Estreno. El curso 2012-2013 se iniciará con dos grupos, uno de Educación Infantil y otro de Primaria - Archivo

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"En Maó hace falta un colegio nuevo, desde que se inauguró el último han pasado 33 años, fue en 1979, y si no se reformara Sa Graduada aunque se abriera el Maria Lluïsa Serra seguiríamos igual que hasta ahora, con cinco centros públicos y tres concertados", declaró ayer el delegado de la Conselleria balear de Educación en Menorca, Julián Hernández, en respuesta a las recientes críticas del PSOE sobre las obras de la escuela de la avenida Josep Maria Quadrado. Una inversión que los socialistas han tachado de "despilfarro", ya que asciende a dos millones de euros.

El responsable de Educación defendió el proyecto y afirmó que es necesario contar con seis centros para descongestionar las aulas del municipio, ya que colegios como el Verge de Gràcia y el Verge del Carme, diseñados para contar con dos líneas, tienen en la actualidad tres, y el Mateu Fontirroig tuvo que pasar de una a dos líneas.

En cuanto a la matrícula en el centro público situado en el Camí d'en Guixó, Hernández señaló que las clases se iniciarán el próximo curso 2012-2013 con dos grupos, el primero de Educación Infantil (P3) y primero de Primaria, y está abierta una lista de espera. "No se han podido ofertar más grupos porque allí tendrán que trasladarse los alumnos de Sa Graduada cuando empiecen las obras", afirmó, al tiempo que descartó la viabilidad de ubicar la Escuela de Adultos en el colegio próximo a la Plaza Explanada porque, aseguró, "allí no hay espacio suficiente".

Por otro lado, Hernández lamentó las críticas del PSOE cuando, recordó, el anterior gobierno del Ayuntamiento de Maó cedió la parcela para construir la escuela Maria Lluïsa Serra sin ejecutar las infraestructuras básicas, como las conexiones al alcantarillado, a la luz y al abastecimiento de agua. "El PSOE no dice nada de esto, pero lo cierto es que es un tema municipal y ahora el Ayuntamiento de Maó deberá ejecutar las obras y el IBAVI se lo irá pagando", manifestó el delegado de Educación. Una situación, subrayó, muy distinta de la que se ha dado en Sant Lluís, donde el nuevo colegio público se levantó en una parcela en la que el Consistorio había ejecutado todas las infraestructuras básicas.

Sobre la movilización del pasado sábado contra los recortes, Hernández expresó su respeto por "la libertad para manifestarse" pero recalcó que "la situación económica del país es crítica, si queremos salir de este agujero o se rebajan sueldos o se trabaja con menos personal", descartando al mismo tiempo un cambio en la política del Govern. Hernández consideró que, además de los recortes, otras cuestiones, como la elección de lengua, han llevado a "politizar" las protestas.