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La consellera de Educación, Maruja Baíllo, respondió ayer a las acusaciones de la asociación de directores de los institutos de Educación Secundaria de Menorca (ADESME) alegando que fue la propia Dirección General de Formación Profesional del Govern balear quien le informó de que los centros docentes habían solicitado no llevar a cabo las pruebas de acceso a los ciclos de Formación Profesional de septiembre.

La responsable insular explicó que, ante la propuesta de acuerdo presentada por el Grupo Socialista a través de la que solicitaban la convocatoria extraordinaria de dichas pruebas, se puso en contacto con el Ejecutivo autonómico para conocer la situación en este sentido.

El informe que recibió la consellera por parte del Govern remarcaba textualmente que "los costes de convocar estas pruebas son elevados, no tan sólo en el plano económico sino también en relación a la carga de trabajo que suponen para los centros organizadores. En este sentido, los propios centros educativos han solicitado la no convocatoria de pruebas libres el mes de septiembre".

"Yo no me he inventado nada y no he mentido. Si no tengo competencia en un tema determinado lo lógico es que me asesore y precisamente esto es lo que hice al contactar con el Ejecutivo", se defendió Baíllo, quien aseguró desconocer la existencia de la misiva enviada por ADESME al delegado insular de Educación, Julián Hernández, antes del pleno del pasado lunes.