PP. Juana Francis Pons Vila, senadora por Menorca - Paco Sturla

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La senadora por Menorca Juana Francis Pons Vila (Maó, 1964) acaba de aterrizar procedente de Madrid tras finalizar el período ordinario de sesiones de la Cámara Alta.

Cuenta que en julio deberá asistir a varios plenos extraordinarios y añade que el balance que hace de estos seis primeros meses en el cargo es positivo.

Reconoce que la cámara de representación territorial está desprestigiada, que es necesaria una reforma, pero también lamenta el desconocimiento que la ciudadanía tiene del Senado.

Frente a aquellos que valoran su trabajo como senadora en función de las interpelaciones que realiza sobre Menorca, -apenas ha presentado unas cuentas- Pons Vila se defiende diciendo que en estos momentos es más útil influir en el Gobierno y hacerle entender las prioridades de la Isla. Es menos vistoso, dice, pero mucho más eficaz.

Al respecto, hace hincapié en que en seis meses el PP ha logrado la aprobación de la declaración de Obligación de Servicio Público de los vuelos entre Madrid y Menorca. Esta correosa luchadora admite que ha pagado algunas novatadas políticas en Madrid, y que no es fácil reclamar mejoras para Menorca en una situación económica tan difícil para el país, pero no cejará en el intento.

"El Gobierno es sensible, sabe que hay que dar incentivos a Balears para que su economía se reactive", apunta.

Desde fuera se ve que el Senado necesita una reforma urgente, pero desde dentro, ¿qué opina ahora?
Sólo llevo seis meses pero creo que sí es necesaria. Todo es mejorable. El propio Senado tiene una ponencia para tratar la reforma en la que están los políticos con más experiencia, las primeras espadas de cada grupo parlamentario. De todos modos creo que también es necesaria una campaña para explicar qué hacemos.

¿El Senado está desprestigiado?
Sí. Está un poco desprestigiado, pero creo que es más por desconocimiento. El Senado es una cámara de segunda lectura y de representación territorial, pero eso no significa que tengamos que estar allí haciendo exclusivamente políticas de los territorios que nos eligen.

Lo cierto es que la Cámara Alta parece más un refugio de elefantes, de políticos que han finalizado su etapa en primera línea.
Tal vez, pero creo que eso sucedía más hace unos años. En esta legislatura, la mayoría es gente joven que se estrena en el Senado, sobre todo en el PP. Entre nosotros hay muchas ganas de hacer cosas, estamos más inquietos, hay mucha vitalidad. Está mal que lo diga, pero en el PSOE sí hay muchos expresidentes autonómicos y excargos.

En sus viajes a Madrid este invierno ha vivido en primera persona los problemas del transporte aéreo. ¿Cree que la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) de los vuelos con Madrid es la solución?
En estos momentos es la única solución para reactivar el mercado. No es bueno necesitar una OSP, eso quiere decir que no tenemos ninguna compañía que vuele a Madrid. Hay que valorar que en seis meses este gobierno ha cogido el toro por los cuernos y ha logrado lo que no fue posible en la anterior legislatura. Entonces todos estábamos de acuerdo, pero en el Ministerio no nos hacía ningún caso.

¿Ahora las cosas empiezan a cambiar?
Cuando empecé a viajar a Madrid en noviembre para acudir al Senado sólo había dos vuelos directos. En enero ya no había ninguno. He llegado a tardar hasta cinco horas en llegar a Madrid. El viernes fue la primera vez que pude llegar a la Isla en un vuelo directo desde enero. El vuelo de Iberia Express estaba lleno, tal vez por Sant Joan. Cuando hay demanda, cuando creamos las condiciones para que venga la gente, las compañías ponen vuelos.

Volviendo a la OSP. Muchos menorquines tienen dudas porque están muy escaldados con lo que sucede con la OSP entre Islas.
Es diferente. Ya se ha pedido que se revise. Curiosamente dos gobiernos del PP han logrado ambas OSP. Es mejorable la que hay entre las islas, sí. El precio es caro, sí, pero la facilidad que existe ahora para viajar a Palma antes no existía.

Acabamos de llegar y tampoco se puede hacer ahora mucho más. Cuando estás en Madrid y ves que estamos al borde de un rescate del país, pedir mejoras de vuelos no es tan prioritario como otras cosas en este momento. Eso no significa que no sigamos reclamando, pero también Menorca debe trabajar para ser más atractiva e interesar a las compañías.

¿Personalmente que ha hecho en el Senado respecto al problema del transporte aéreo en Menorca? Tras ser elegida dijo que éste era uno de los temas en los que incidiría más.
Sí. Hemos trabajado en el tema de las enmiendas. El Govern pidió una rebaja de las tasas aeroportuarias, pero la solicitud no entró en el Congreso y la opción era enmiendas en el Senado. El director general de Puertos, Antoni Deudero, y el resto de senadores de Balears, presionamos. Al final hemos conseguido una rebaja del 10 por ciento de las tasas entre noviembre y marzo.

También respaldamos una moción de Coalición Canaria que pedía mejoras en el transporte aéreo en Balears, Canarias y Ceuta y Melilla. Nuestro grupo estaba de acuerdo con el fondo, pero no en las formas y la idea era votar en contra, sin embargo, tras la presión de los senadores de Balears, se optó por una abstención, eso hizo posible que la moción se aprobara. Hay que saber muy bien cuál es el juego de mayorías.

¿Qué opina entonces de quienes dicen que los senadores y congresistas defienden más los intereses de partido que los de Menorca, en este caso?
Evidentemente nos elige un territorio, pero también representamos a un partido. El PP tiene la suerte de que está en el Gobierno, pero también es muy fácil para los partidos de la oposición preguntar y reclamar. Los senadores y diputados del PP no necesitamos ahora machacar al Gobierno a preguntas, porque influimos de otra manera y conseguimos más cosas.

¿Qué opina de quienes miden el trabajo de los senadores y congresistas por el número de intervenciones que realizan?
Cada uno trabaja en función de donde está. Cuando estás en la oposición, la única capacidad es preguntar y presentar mociones. Nosotros ahora somos Gobierno. Aprobamos leyes nacionales para todos. Esto no es un reino de taifas. La bonificación de tasas lograda benefician a las Islas, pero también se aprueban cuestiones como el mantenimiento del subsidio de paro, de las pensiones, del que se benefician ciudadanos de Menorca. Contar el número de preguntas que cada uno hace sobre su pueblo no es una cuestión fundamental.

Tal vez es una forma de que se escuche la voz de Menorca en una cámara de representación territorial.
Una cosa es escuchar y otra conseguir. Creo que los votantes prefieren que la senadora por Menorca influya en su partido para lograr una bonificación de tasas, o trabaje para que el Gobierno entienda el problema del transporte, en lugar de a alguien que machaque a preguntas a un Gobierno en el que no va a poder influir.

Cuando era candidata dijo que tener en Madrid un gobierno del mismo color político que en Balears haría más fácil lograr cosas para Menorca. ¿Ha sido así?
Acabamos de empezar. El recorte ha sido brutal en los presupuestos, pero hemos logrado cosas. Durante el gobierno socialista se planteó incluso eliminar el descuento por residente porque era un lujo, y nosotros lo hemos mantenido. Además de lograr una OSP Menorca-Madrid. La legislatura son cuatro años y esperamos presentar más logros, pero en este momento hay que ser prácticos, dejarnos de batallitas locales.

Uno de los temas en los que ha batallado ha sido la modificación de la Ley de Costas. ¿Qué aspectos beneficiarán a Menorca?
Esta ley influye en todo el territorio nacional. Responsables de las Estaciones Náuticas de Menorca me propusieron que las autorizaciones temporales que otorga Costas para ocupaciones (chiringuitos, hamacas...) no se limitaran a sólo a un año, sino que se ampliarán un tiempo mayor. Era una petición que también se hacía a nivel nacional, en favor de una mayor seguridad jurídica y de la estabilidad en el empleo. Trasladé la propuesta al Ministerio y parece que se atenderá la petición. Creo que, de alguna forma, he ayudado La nueva Ley de Costas puede que sea una realidad a final de año y aquí afecta también a deslindes, concesiones y otros temas.

Se dice que la ley que prepara el PP urbanizará la costa.
No (tajante). El ministro lo ha dicho muy claro. Con la Ley de Costas no se moverán los cien metros de separación. La zona de servidumbre marítimo terrestre de protección se mantendrá. Tan sólo se mejorarán aspectos puntuales de una Ley que es de 1988.

¿En qué otros temas ha trabajado en el Senado?
Estamos trabajando en la instalación de energías renovables, pero la situación en el país es tan dramática que es difícil. La dirección que lleva este tema es la de política energética y minas, y tal y como está la situación en las cuencas mineras, nuestra propuesta ahora no es prioritaria para el Gobierno. No es fácil ir al director y preguntarle si se acuerda de las renovables para Menorca. Intentaremos presentar un informe y tener una reunión, pero lo urgente nos pasa por delante. También hemos acompañado al Ministerio a responsables de COINGA. Estar en Madrid y que el gobierno sea de tu mismo color facilita el acceso a los ministerios y la intermediación, otro de nuestros trabajos.

¿Qué proyectos tiene para el siguiente período de sesiones que comienza en septiembre?
Intentaremos trabajar más en la Ley de Costas. También deben aprobarse los presupuestos de 2013. Este año abordaremos dos presupuestos, porque el de 2012 no fue aprobado por el PSOE en su momento y hemos tenido que hacerlo en apenas unos meses y ahora tenemos los del año próximo. Veremos qué capacidad tenemos de negociación y seguiremos batallando para mejorar la OSP entre islas, sobre todo en precios. El Gobierno es sensible, saben que hay que dar incentivos a Balears para que su economía se reactive.

Las protestas en la calle crecen, los recortes no paran. ¿Cómo ve el próximo año?
Bastante mal. Quiero ser optimista, pero creo que los recortes no han acabado, y no porque nos gusten, sino porque son necesarios. Apelo a la responsabilidad de políticos y ciudadanos. La situación es mala y entre todos debemos arreglarla. Llevamos seis meses y cada vez que levantamos una piedra, el problema que aparece es mayor. Hablaban de la fortaleza de nuestro sistema financiero y nos hemos encontrado un agujero considerable.
Los presupuestos de 2013 serán difíciles y si al final no encontramos muchas partidas en las que ponga Menorca, no significa que no se trabaje para ello. Estamos trabajando para que el país en general salga adelante. Se está haciendo mucha demagogia por parte de la oposición. La crispación no es buena. Creo que mucha gente entiende la situación. Las encuestas señalan que el PP pierde apoyos, pero el PSOE no los recoge.

¿Qué balance personal que hace de sus seis meses en el Senado?
Es una experiencia diferente. Muchos viajes. Es complicado. A veces he estado una semana entera en Madrid. Pero el trato en el Senado es exquisito, la gente es muy agradable y te sientes acogida por personas de toda España. A nivel político le comentaba al senador de Eivissa, José Sala, que venía de un lugar, el Consell, donde en el anterior mandato el PP no ganaba ninguna votación, nos lo tiraban todo por sistema. El otro día en la votación de presupuestos en el Senado ganábamos todas. Es una sensación reconfortante.