Desfile. Lo encabezó uno de los coches más antiguos entre los que ayer circularon por Es Migjorn Gran, un Ford de 1927 - Cris

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Es Migjorn Gran se engalanó ayer para celebrar una de sus fiestas grandes, la de Sant Cristòfol, en una jornada que comenzó de buena mañana con el toque de diana a las 8 horas a cargo de la Banda de Cornetes i Tambors de la población, dirigida por Àgueda Sales.

Tal y como marca la tradición, la actividad continuó a las 11.30 horas con la celebración de la Eucaristía. Así se cumplimentaba con una parte de la conmemoración del patrón, que tuvo continuación por la tarde con una tradición que cuenta a sus espaldas con más de un siglo de historia, la de la bendición de los coches a cargo del patrón de los conductores.

Tras la procesión por las calles más céntricas, guiada por la Banda de Es Migjorn Gran, que comenzó puntualmente a las 19.30 horas, un gran número de personas se concentraron en el Pla de l'Església, donde el sacerdote Llorenç Sales procedió a la bendición.

Una larga caravana de vehículos recorrió la calle Major de la localidad, que según los cálculos de la Policía Local podría haber rondado las 300 unidades. Y es que la fiesta de Sant Critòfol es cada vez más popular. El desfile, como siempre, estuvo encabezado por los más pequeños montados en bicicleta.

A continuación, transcurrió la parte más espectacular de la caravana, esa que cada año está formada por los socios del Antic Motor Club de Menorca, guiada por un espectacular Ford de 1927. Le siguieron variopintos modelos de época, sin faltar clásicos como el Seat 600 o el Renault 8, además de joyas como un Delorean, el famoso deportivo de la saga "Regreso al Futuro". Fue después el turno de las motos y los coches más modernos.

Es Migjorn se convirtió en toda una fiesta a la que llegaron conductores desde todas partes de la Isla. Como todos los martes del verano, el pueblo estuvo muy animado, aunque en esta ocasión no fue por las actividades de Dimarts as Migjorn, que quedaron pospuestas hasta la próxima semana.