Edificio. Sede social - Archivo

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El consejo de administración de Propietarios del Centro Cultural de Alaior (PROCENSA) propondrá en la asamblea general ordinaria de accionistas, que se celebra esta tarde a las 19 horas, una ampliación de capital dirigida a dotar a la entidad de la liquidez suficiente para poder superar los problemas económicos que acarrea.

Aunque PROCENSA no haya querido desvelar el número ni el valor de las acciones que pretende ofertar, resalta que el objetivo final de esta figura es "sanear las cuentas" que a día de hoy registran un desfase de tesorería de unos cien mil euros.

Esta delicada situación económica por la que atraviesa la entidad se debe principalmente al coste de una operación hipotecaria firmada para la ejecución de las obras de eliminación de las barreras arquitectónicas del edificio social con la instalación de un ascensor. El coste aproximado fue de 240.000 euros, de los que el Govern asumió 180.000 euros y la entidad tuvo que hacer frente a los 70.000 euros restantes mediante la concertación de una hipoteca.

La amortización de este préstamo debía afrontarse mediante las rentas que pudiera obtener la sociedad por la cesión de sus instalaciones. No obstante, y aunque la entidad vaya amortizando el préstamo, la escasez de estos ingresos y la falta de ayudas junto con los gastos de mantenimiento del edificio impiden que la entidad cumpla con la totalidad de sus obligaciones.

A este valor hipotecario se suman otros 15.000 euros que la entidad debe a acreedores.

Por otra parte, y según manifiesta el presidente Santiago Pons Quintana, la entidad debe hacer frente al pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que asciende a unos 6.000 euros.

PROCENSA propuso al anterior Ayuntamiento rubricar un acuerdo para equiparar durante un plazo de diez años el pago de este impuesto con la venta del edificio que alberga el transformador que suministra electricidad al centro de la población, una propuesta que no llegó a fraguar y que también ha hecho tambalear a la sociedad.

La ampliación de capital entre los más de 500 accionistas con que cuenta actualmente la entidad pretende, además de sanear las cuentas, posibilitar que la sociedad se pueda llegar a autofinanciar con un equilibrio entre los ingresos y los gastos que se generan. Así, y según señalan desde el Consejo de Administración, el mandato entra en su recta final y "queremos que los nuevos miembros del consejo inicien su etapa sin déficit financiero".

Además, resaltan que con la ejecución de esta medida la entidad tendrá liquidez suficiente para abordar actuaciones urgentes que precisa el edificio. Señalan a su vez que a día de hoy el valor del inmueble es cinco veces superior al del momento de su construcción. En el hipotético caso de que los accionistas no aprueben esta medida, el Consejo deberá buscar otras fórmulas que ayuden a generar ingresos.