Štepán Rak irradia humildad por los cuatro costados. Está considerado como uno de los mejores intérpretes de guitarra clásica del mundo, sin embargo su modestia hace que le reste importancia a una habilidad que le ha hecho merecedor del título del autor que "hace cantar a la guitarra". La Reina doña Sofía dice de él que tiene "manos de oro". La crítica se rinde a sus pies. El compositor hace oídos sordos y alaba el trabajo de David Russell (hijo adoptivo de Es Migjorn Gran) y, como no podía ser de otro modo, del gran Paco de Lucía.
Esta noche ofrece en Menorca un concierto único donde deleitará al público con su famosa técnica de "cinco dedos". El Teatre Principal de Maó será, a partir de las 21 horas, escenario de la primera de sus actuaciones en Balears. Una cita ineludible organizada por Javier El Mago y Menorca Músics. A su lado dos artistas invitados, José Gibeli (al piano) y la joven promesa de la guitarra David Wurczel, también procedente de la República Checa.
¿Es verdad que se introdujo en la música de la mano de los Beatles?
Reconozco que la música de los de Liverpool y de Elvis Presley han sido una gran inspiración en mi vida, pero comencé a tocar la guitarra una década antes, en los años sesenta. Primero me inicié en el violín, el contrabajo y posteriormente en la guitarra eléctrica. Esos fueron mis pasos antes de optar por la guitarra clásica. Tocaba temas de Paul Anka, Cliff Richard o Little Richard, que compaginaba con mis propias composiciones.
¿Y cómo dio el salto a la guitarra clásica?
Andrés Segovia, para mí el mejor guitarrista de la historia, me inspiró por completo. Tras ver una actuación suya en televisión interpretando "Recuerdos de la Alhambra", de Francisco Tárrega, decidí que lo mío era la guitarra clásica. De hecho esta noche tocaré en el Teatre Principal de Maó mi propia versión de esta pieza. Hace unos años formé parte del jurado del Certamen Internacional de Guitarra Francisco Tárrega, en Benicàssim, y tuve la oportunidad de interpretar precisamente esta composición al pie de la tumba de Tárrega en el Cementerio de Castellón. Para mí fue un gran honor.
En Maó estrenará la pieza "Scent of Menorca" ¿está compuesta para la ocasión?
Sí, la verdad es que la Isla me ha inspirado, pero prefiero no avanzar nada. Para mí es importante el factor sorpresa.
Usted defiende que una guitarra puede sonar como una orquesta.
Sí, Beethoven decía que la guitarra es una orquesta de cámara. Y en mi caso intento que mi guitarra suene como una orquesta grande, como una sinfónica.
¿Cabe la improvisación en su repertorio?
Sí, mi programa nunca es fijo. Me gusta dar rienda suelta a la improvisación.
¿Cree entonces en la conexión con el público?
Por supuesto, creo en el sentimiento del momento. Pero las piezas que tocaré con total seguridad son la mencionada "Recuerdos de la Alhambra", "Andalusia" y la "Folía de España".
Ha tenido el placer de tocar para la Reina doña Sofía.
Sí, hace años en Praga tuve la oportunidad de conocerla personalmente. Está invitada oficialmente al concierto de esta noche en Maó. Pero su asistencia aún es una incógnita.
(A José Gibeli). ¿Qué supone acompañar al piano a un maestro de la talla de Rak?
J. Gibeli: Es todo un honor pero reconozco que tengo la "mala suerte" de no poder estar sentado entre el público para poder admirar su música con tranquilidad.
(A David Wurczel). ¿Y para usted?
D. Wurczel: También es un honor. Lo conocí hace un año y ya hemos grabado un disco juntos y actuado en televisión, pero este además de ser mi primer gran concierto en España, será mi primer recital con Rak en un auditorio de esta envergadura.
¿Cómo contactó con él?
D. Wurczel: El maestro escuchó mi música en un pub en la República Checa, le gustó y se puso en contacto conmigo.
¿Qué tiene David Wurczel de especial?
Mucho talento y una técnica propia que ha bautizado como "Rotando menorquín". Así que el público de hoy tendrá la oportunidad de ver un concierto único. Que la gente venga y escuche...
¿Qué consejo le daría a un joven guitarrista como David?
No tener prisa y, sobre todo, tocar con el corazón.
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