Bandera. El debate sobre el topónimo de la ciudad ha generado múltiples opiniones, y ahora puede volver a caldearse con la modificación de la Ley de Función Pública - Paco Sturla

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El Parlament balear aprobará el próximo martes la modificación de la Ley de Función Pública y, con ella, unos cambios en la Ley de Normalización Lingüística que abren la puerta a la oficialización de los topónimos bilingües de las ciudades. Hasta ahora, la normativa obligaba, en su artículo 14, a que los topónimos tuvieran como única forma oficial el catalán. Maó se adaptó hacer pocos años a esta situación, pero ahora la cosa podría volver a cambiar, y de manera bastante rápida.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó podría aprovechar este cambio legislativo para aprobar, en breve, el cambio de topónimo de la ciudad. De este modo, los dirigentes populares aprovecharían la reciente aprobación de la llamada Ley Gornés (porque quien la promueve es el conseller de Administraciones Públicas, el menorquín Simón Gornés, miembro también del equipo de gobierno de Maó) y apenas unas semanas después trasladarían al pleno municipal la cuestión. Cabe recordar que, ahora mismo, el PP cuenta con mayoría absoluta, por lo que la modificación podría salir adelante sin el apoyo del otro grupo político representado en el Consistorio, el PSOE.

La modificación de la Ley de Normalización Lingüística permitirá que cada Ayuntamiento elija si quiere el topónimo de su municipio en catalán, o bien en la fórmula mixta castellano-catalán. Hasta ahora, oficialmente solo podía existir la fórmula catalana. Para formalizar el cambio, el Ayuntamiento primero tendrá que acordarlo en un pleno municipal, aunque le bastará con mayoría simple. Después, la Universitat de les Illes Balears debería pronunciarse en funciones de asesoramiento, y finalmente sería el Consell quien adoptaría la decisión definitiva que, en el caso de que el PP aprobase la fórmula bilingüe en el Consistorio, todo apunta a que también iría en este sentido.

Las fuentes del Partido Popular consultadas ayer por este periódico aseguraron que "nuestra postura no ha cambiado". En este sentido, cabe recordar que una de las propuestas del PP fue convocar un referéndum para que los ciudadanos se pronunciaran sobre el topónimo de la ciudad. En un principio, se habló de la posibilidad que esta consulta se realizara en primavera de 2012, pero si ahora el pleno del Consistorio aprueba ya el cambio hacia la fórmula Maó-Mahón defendida en anteriores ocasiones por dirigentes populares, habrá que ver si finalmente este referéndum se lleva o no a la práctica.