Caixer Capellà. Utilizará un caballo de Sa Creueta, cuyo coste se dividirá en dos partes - Archivo

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Los desencuentros entre la parroquia de Sant Cristòfol y el Ayuntamiento de Es Migjorn sobre la factura del aprendizaje y alquiler del caballo del caixer capellà no evitarán que el joven sacerdote migjorner Llorenç Sales viva este año sus primeras fiestas patronales como capellana. Así lo confirmó ayer a 'Es Diari' el párroco de Es Migjorn, Cristòfol Vidal, quien asume con resignación que la Iglesia tendrá que costear parte de los gastos del caixer capellà, que tradicionalmente ha venido asumiendo la corporación. De hecho, sería la primera vez en la historia reciente de las fiestas patronales menorquinas que un ayuntamiento de la Isla obliga a la parroquia a correr con la mitad del coste del caballo del clérigo.

Según fuentes eclesiales consultadas por 'Es Diari', no parecen existir precedentes de algo así, lo que ha originado una viva polémica en el pueblo. El centro hípico Sa Creueta, a la que pertenece el caballo que montará Llorenç Sales, enviará dos facturas: una de 500 euros más IVA al Ayuntamiento y otra de 400 euros más el impuesto correspondiente a la parroquia. El propio alcalde, Pere Moll (PSOE), dio la instrucción este pasado jueves al responsable del caballo, Cristóbal Camps. "Al principio, propuse al rector que ellos pagaran la mitad, o sea, 450 euros, pero al final hemos decidido que sean solo 400, y que nosotros corramos con los 500 restantes".

Revuelo y desmentido

Moll no entiende el revuelo causado por la decisión del Ayuntamiento de hacer copartícipe de la factura a la parroquia, toda vez que el año pasado, al finalizar las fiestas de Sant Cristòfol, ya avisó al párroco, Cristòfol Vidal, de que el Consistorio no iba a asumir los costes del caballo en solitario. La Junta de Gobierno llegó a rechazar, de hecho, en un primer momento la factura por entender que no correspondía a la corporación pagarla en solitario, aunque luego rectificó. "El año pasado –reconoce el alcalde- ya le pedí al señor Vidal que la parroquia se hiciera cargo de la mitad de la factura, que ascendía a 900 euros, aunque entendí que no habían previsto este gasto y llegamos a un acuerdo. Pero ya entonces le advertí que tuviera en cuenta que el próximo año no podríamos pagar la totalidad de la subvención, puesto que, en las circunstancias que vivimos, las instituciones debemos ayudarnos unas a otras". La factura, según el alcalde, se pagó hace dos meses. Una afirmación que niega tajantemente el presidente de la Escola Eqüestre Menorquina de Binisabani, Siscu Marquès. "Que me diga el alcalde cuándo la ha pagado, porque yo, al menos, no tengo constancia de ello, y le aseguro que si la hubiera pagado, lo sabría. A no ser que la haya ingresado en otra cuenta, como ya ocurrió una vez".

Sorpresa

El párroco, Cristòfol Vidal, no sale de su sorpresa ante la actitud del consistorio. "Nunca habíamos pagado por el caballo. Todos los ayuntamientos asumen los gastos de la capellana". La decisión del equipo de gobierno no ha caído bien en la parroquia, que de repente decidió que si el Ayuntamiento les hacía pagar por el alquiler del caballo, la corporación también debería pagar, en consecuencia, el canon establecido por la diócesis de 200 euros más IVA por el uso del templo de Sant Cristòfol para la celebración de conciertos. Por ejemplo, la audición de final de curso que celebró a principios de junio la Escola Municipal de Música des Migjorn. La factura por el uso de un local propiedad de la Iglesia ya está sobre la mesa del alcalde, que aún no ha tomado una decisión sobre si se dará orden o no a la tesorería municipal de pagarla.

La situación creada puede convertir las tradicionalmente plácidas relaciones entre la Iglesia y el Ayuntamiento en un sembradero de problemas. Así, el Ayuntamiento no cobra a la parroquia los consumos de agua y alcantarillado, pero la parroquia tampoco pide un solo céntimo al consistorio por utilizar uno de los cuartos de la iglesia para centralizar los cuadros eléctricos desde los que se controla el alumbrado de la población. "A ninguna de las dos partes nos interesa, en realidad, reprocharnos nada", reconoce el párroco.

Primera vez

El alcalde de Es Migjorn, Pere Moll, admite también que "nunca fue intención nuestra llegar a este punto. Simplemente, creímos que ellos (por la parroquia) tenían que aportar algo y así seguimos creyéndolo. Por ejemplo, yo mismo, como caixer batle, pagaré este año de mi bolsillo 400 euros, y lo haré con sumo gusto: el resto, 500 euros, serán aportados por el Ayuntamiento. No pedimos a la Iglesia nada distinto de lo que pedimos al caixer batle. Quien no quiera entenderlo, que no lo entienda. En una época de dificultades como la actual, todos debemos aportar nuestro grano de arena. A partir de ahora, todos recibiremos el mismo trato. También los precios de la orquesta se han revisado a la baja y todo el mundo lo ha entendido. Es posible que no se hubiera obligado hasta ahora a la parroquia a pagar, como dicen, pero siempre tiene que existir una primera vez".