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Los turistas optaron ayer por pasear por los centros urbanos e ir de compras como alternativa al día nublado y gris. La ausencia de sol llevó a la mayoría a prescindir de la playa y a descubrir las poblaciones de la Isla, en uno de los días punta de la temporada turística.

Los centros urbanos de Ciutadella y Maó se llenaron de visitantes, lo que motivó algunas situaciones de colapso circulatorio. La sensación de bochorno complicó un poco más la jornada, en uno de los días más pegajosos del verano. Durante el día, la lluvia hizo acto de presencia de forma imprevista e irregular, por lo que muchos tuvieron que coger el paraguas. No obstante, lo que cayó fue el polvo que los vientos de componente sur traen de la zona del norte de África, por lo que las calles, casas y coches quedaron cubiertos de una fina capa de barro, difícil de limpiar. Las altas temperaturas, unidas a una elevada humedad dispararon la sensación térmica de calor.

Los comerciantes fueron ayer los que se mostraban más contentos con el día nublado, puesto que muchos turistas aprovecharon para realizar compras y disfrutar de las terrazas de los bares y restaurantes.

Mucho tráfico en la general
Estos días la Isla concentra el mayor número de visitantes del verano, una circunstancia que se aprecia en el intenso tráfico en la carretera general. Ayer en la vía se registraron algunos puntos de colapso circulatorio.