Instalaciones. Fueron construidas en 1970 y en los últimos años se han realizado pocas inversiones - D.M.

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El Ayuntamiento de Ciutadella evitará 'in extremis' el posible cierre del matadero municipal por una serie de deficiencias no graves, pero importantes, detectadas por la conselleria de Sanidad. El Consistorio ha empezado a poner remedio a los defectos denunciados por la autoridad sanitaria, aunque la puesta a punto de las instalaciones empezará la próxima semana. Para subsanar las deficiencias, tal como confirma el concejal responsable, Lorenzo Coll, el Ayuntamiento ha tenido que redistribuir algunas partidas para conseguir los 25.000 euros necesarios.

El mismo concejal asegura que técnicos de Sanidad realizaron diversas inspecciones unos meses atrás. De la visita se desprenden una serie de deficiencias que fueron comunicadas al Ayuntamiento. Se trata de una veintena de defectos en las dependencias del matadero, que según Sanidad, no cumplen con los requisitos de funcionamiento necesarios para este tipo de instalaciones, reguladas por la normativa autonómica, estatal y europea.

De hecho, había deficiencias como que el sistema de desinfección de cuchillos que no funcionaba, un aspecto que, según Coll, ha sido de los primeros en subsanarse. Las deficiencias abarcan desde el mal estado de instalaciones eléctricas o de fontanería, hasta la necesidad de separar las entradas de los camiones con transporte de animales vivos, con la salida de los vehículos con los productos cárnicos. El listado de Sanidad incluye una veintena de puntos a subsanar, como el deficiente sistema de limpieza en cadena de la zona de matadero de aves, la existencia de baches en el pavimento, el mal estado de la pintura del edificio o la necesidad de mejorar los habitáculos para los animales, entre otros aspectos.

Según el concejal, las actuaciones para subsanar deficiencias han sido analizadas por los servicios técnicos del Ayuntamiento, con la ayuda del veterinario responsable del matadero, Miquel Prieto. Otra de las inversiones que deberá acometerse es la compra de un triquinoscopio de pantalla, un aparato que analiza si la carne de cerdo tiene triquina. El existente en el matadero ni estaba homologado ni funcionaba correctamente, según reconoce el propio edil. Solo su adquisición supondrá un desembolso para el Ayuntamiento de 3.000 euros.

Coll admite que la existencia de estas deficiencias hubiera podido suponer el cierre de las instalaciones del matadero por orden de la Conselleria de Sanidad. "El problema del matadero es que lleva muchos años sin ninguna inversión y ahora padecemos las consecuencias", señala Coll.