Hélices. Los motores fueraborda han provocado dos accidentes en tan solo una semana, el de mayores consecuencias cerca de Cala Galdana - Paco Sturla

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En apenas una semana, las aguas de Menorca han registrado dos accidentes muy similares. El lunes, este periódico informaba de las graves heridas padecidas por un turista extranjero de 35 años después de caer al mar y que la hélice del motor de la embarcación en que navegaba le afectara gravemente una pierna en aguas cercanas a Cala Galdana. Una semana antes, y esta vez en Son Parc, otra hélice de una embarcación en marcha provocó heridas de gravedad a dos personas, un hombre de 48 años y su hijo de nueve.

Según explican fuentes oficiales, el suceso tuvo lugar el día 20 por la tarde. Varias personas viajaban en una embarcación que arrastraba una especie de flotador sobre el que viajaba el hijo del hombre que manejaba la barca. En un momento concreto, el hijo cayó al agua, y al acercarse la embarcación para ayudarle, el niño fue herido por la hélice del motor fueraborda. Entonces, el padre optó por tirarse al mar, con tan mala suerte que el motor siguió en marcha y la hélice también le afectó una pierna.

El hombre, de 48 años y natural de Madrid, fue trasladado al Hospital Mateu Orfila, donde también fue atendido el hijo. El pequeño fue dado de alta pronto, pero el padre permaneció primero en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y aún hoy sigue ingresado en planta en el Hospital a la espera de que a finales de esta semana o a principios de la próxima pueda ser trasladado a un centro de su comunidad para seguir allí con el tratamiento. En este caso, la suerte para el hombre, según cuentan fuentes oficiales, es que la hélice le afectó a la musculatura de la pierna y no a la arteria femoral.

Además, la dimensión de la herida hacía temer que se pudiera producir alguna infección, algo que afortunadamente no ha sucedido.

El otro herido en un accidente similar, el que se produjo el pasado fin de semana en Cala Galdana, permanece ingresado en el Hospital Son Espases de Palma. Su evolución es favorable, según aseguran fuentes médicas. La investigación sobre el suceso apunta a que la rotura del cable del sistema de dirección de la embarcación, el que une el timón con el motor fueraborda, causó que la barca hiciera un giro brusco. Esto provocó que los dos ocupantes de la embarcación cayeran al mar, y uno de ellos fue afectado gravemente por la hélice del motor que seguía en marcha. El accidente tuvo lugar a una milla de la costa, y el herido disponía de carnet de patrón de embarcaciones y la barca contaba también con el seguro obligatorio, según fuentes oficiales.