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"Hizo lo que pudo" es el epitafio que eligió para él mismo el escritor Max Aub y con el que ayer el filósofo José Antonio Marina concluyó su conferencia en la sede del Consell. Se mostró convencido de que si mucha gente aplicara la frase muchas cosas cambiarían, porque el problema de la educación no se encuentra en la teoría sino en su puesta en práctica.

"¿Por qué si somos tan inteligentes metemos tanto la pata?", fue la primera pregunta de su conferencia titulada "Ética de la felicidad". Se mostró convencido de que sabemos cuáles son los obstáculos para una buena educación y sin embargo no llevamos a cabo los cambios para conseguirlo. Marina aseguró que se podría conseguir un alto rendimiento escolar en tres o cinco años con las decisiones adecuadas. De todas formas, comentó que "a nadie le interesa realmente la educación" y explicó que en las encuestas del CIS nunca figura entre las cuestiones que más preocupan a los ciudadanos.

José Antonio Marina apuntó que la inteligencia sirve para resolver problemas y que para conseguirlo hay que ser tenaces., "no basta con ser inteligentes". Y en ello, "juegan las emociones". Dijo que ahora lo que más preocupa a los profesores es "la conciencia de los límites y la motivación".

La inteligencia también pretende "dirigir bien el comportamiento" y elegir las metas. En este punto, Marina introdujo la idea de la ética: "La gran creación de la inteligencia es la ética y la bondad". Reconoció que esta afirmación provoca sorpresa incluso entre sus propios compañeros de profesión (él es y se siente profesor de Secundaria). Añadió que "la bondad es una virtud muy recia, es poner en práctica la solución más adecuada". Después añadió que "es mentira que en materia de normas morales y de valores no podamos ponernos de acuerdo". Se refirió a las "virtudes cívicas" como algo que da valor a la democracia en Estados Unidos.

El filósofo toledano reconoció que la forma de conseguir la felicidad es un tema de moda y ironizó sobre la simplificación de algunas de las ideas. Su definición de felicidad es "la armoniosa satisfacción de tres grandes deseos: disfrutar, pasarlo bien; tener vínculos afectivos profundos y sentir que uno progresa y es valorado". Marina comentó que lo importante "no es lo que hacemos sino el significado que le damos". Concluyó afirmando que necesitamos "comprometernos con cosas grandes, no somos tan pequeños".

José Antonio Marina fue presentado por Aurora Herráiz, consellera de Bienestar Social y Juventud, departamento que ha organizado el acto. Destacó el acierto del filósofo en la creación de la Universidad de Padres. La consellera comentó que "es necesario hablar de valores en unos tiempos en que, por la crisis, buscamos culpables en los demás, cuando tenemos que ver qué podemos aportar cada uno de nosotros".

La sala del Consell no pudo albergar a todas las personas que acudieron y que también llenaron el salón de actos de la planta baja, donde se pudo seguir la conferencia en una pantalla. Mas de cuatrocientas personas acudieron a la sede del Consell. Además, la Conselleria de Bienestar Social y Juventud llevó a cabo una nueva experiencia para que la exposición de Marina llegara a Ciutadella. Mediante videoconferencia, casi cien personas pudieron seguir el acto desde el Centre Municipal d'Art de Can Saura Morell.