Puerto. Es el principal centro de actividad turística del municipio, y donde se concentra una gran parte de la oferta de restauración de la ciudad - Paco Sturla

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El Ayuntamiento de Ciutadella tiene constancia judicial de la problemática de los vertidos en el puerto. De hecho, tiene pendiente la resolución de una demanda interpuesta en su contra por uno de los empresarios que tiene un negocio de restauración en Baixamar. El pleito se remonta a 2009, cuando el afectado decidió acudir a la Justicia después de que el Consistorio hiciera caso omiso a las denuncias durante un periodo de cinco años y nunca obtuviera una contestación por escrito.

La demanda se fundamenta en la Ley de Bases del Régimen Local, según la cual corresponde a los ayuntamientos encargarse del servicio de saneamiento de aguas. No obstante, tres años después, el demandante sigue a la espera de que le remitan las conclusiones del contencioso.

Las quejas del sector de la restauración sobre el asunto se están haciendo oír de nuevo, después de que la semana pasada se denunciara a través de este medio la repetición de vertidos durante el verano. Diferentes fuentes consultadas del sector hostelero se hacen eco del mal efecto que producen de cara al turismo los olores por los problemas de alcantarillado en el que sin duda es uno de los epicentros turísticos de la ciudad.

Si bien la concejala de Medio Ambiente, Juana Maria Pons, reconocía hace unos días que no se había presentado últimamente queja alguna, el edil responsable de Servicios Generales, Pedro Gener, declaraba ayer que desde el Consistorio se es consciente de la problemática, aunque también reconoció que "aún no se ha determinado cómo abordar el problema".

Informe técnico
Este diario ha tenido acceso a un informe técnico pagado por el demandante que envió en su día al Ayuntamiento, antes de interponer la demanda, para aportar soluciones. En el mismo se explica que el remedio al problema pasa por "conseguir separar en redes independientes las aguas pluviales y residuales". En ese sentido, Gener reconoce el origen del problema y señala que en un futuro había que mantener reuniones informativas con los vecinos para acabar con la deficiencia. A su juicio, la existencia de una única canalización lo que hace es "sobrecargar innecesariamente la depuradora". Desde la parte demandante recuerdan que controlar que la gente tenga los pluviales bien conectados al alcantarillado es tarea de la supervisión municipal.

Según el informe, el problema se ha acentuado durante los últimos años por el crecimiento del área de Dalt es Penyals y la zona norte del casco urbano más antiguo. Por el momento, la solución transitoria que se aplica es la de un rebosadero para evitar que el sistema colapse por completo.

No obstante, Gener puntualiza que el problema de los vertidos se produce principalmente en verano por el aumento de población y se acentúa con las lluvias, lo que hace que se sobrecargue la depuradora y provoca que, al no poder absorber el volumen, los deshechos acaben en el mar.

Quejas
El malestar entre los empresarios del puerto es evidente. Según la información recabada por este medio, cuando colapsa el sistema emanan fuertes olores a través del sistema de alcantarillado, lo que suele provocar quejas entre los usuarios de las terrazas.

Pero el puerto no es la única zona del municipio aquejada por la problemática de no tener redes independientes para aguas pluviales y residuales. El área de Sa Platja Gran viene sufriendo las mismas deficiencias desde hace años, lo que en ocasiones ha obligado al Ayuntamiento a prohibir el baño.

Mejoras
El responsable de Servicios Generales señala por otra parte que durante los últimos tiempos se han realizado las pertinentes inspecciones para optimizar el funcionamiento de las estaciones de bombeo del municipio. Gener señala que concretamente se han acometido mejoras en seis estaciones, a las que se ha dotado de una doble bomba para actuar en casos de emergencia.