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Tan solo dos metros separaban ayer a los "Flechas rojas" mientras sobrevolaban el puerto de Maó en formación. Esta distancia de seguridad se incrementó hasta alrededor de 30 metros en el momento en que dos de las aeronaves se cruzaron realizando un espectacular tirabuzón a una altura relativamente baja. Precisamente en ese momento, los aviones alcanzaban su velocidad máxima, 660 kilómetros por hora, mientras los pilotos de la Royal Air Force Aerobatic Team experimentaban una fuerza de hasta siete veces la gravedad, tal y como explicaba ayer el líder del escuadrón, Jim Turner.

Todas las miradas se centraron a partir de las 15 horas en el cielo que decora la rada mahonesa. Centenares de personas ocuparon sus puestos con vistas panorámicas al puerto para disfrutar del espectáculo que el año pasado ya entusiasmó al público menorquín. Con puntualidad británica, los siete aviones BAE Hawk aparecieron en el horizonte procedentes del Aeropuerto de Menorca, donde habían pasado la noche. La majestuosidad del popular escuadrón encabezado por Turner no pasó desapercibida. Sin embargo, los estómagos de los asistentes se encogieron al iniciar las aeronaves sus acrobacias imposibles.

Los aviones dejaban tras de sí un manto de color azul, rojo y blanco mientras realizaban vistosos "loopigs" y tirabuzones. En el control de mando, ubicado en esta ocasión en la azotea del hotel Agamenón de Es Castell, el piloto 'Red 10', Mike Ling, también conocido como el Road Manager, coordinaba el espectáculo acompañado de algunas autoridades.

Tal y como estaba previsto, durante los primeros minutos de la exhibición los "Red Arrows" demostraron sus habilidades en formación. La segunda parte fue si cabe más espectacular. Los "Flechas rojas" agasajaron de nuevo a los menorquines con sus impresionantes cruces y figuras. No faltó el ya conocido corazón que, en esta ocasión, no fue rojo sino blanco y, curiosamente, no fue atravesado por ninguna flecha, tal y como sucedió durante la demostración de mayo de 2011.

Preparativos
Jim Turner, de 39 años, no ingirió más que un copioso desayuno antes de ponerse a los mandos de su BAE Hawk. En esta línea, el líder del escuadrón de la Royal Air Force, apela al sentido común a la hora de prepararse para un espectáculo aéreo. "No hay riesgo de que la comida nos siente mal porque llevamos muchos años volando, aunque cada uno tiene su propio método", subraya este piloto que ya formó parte de los "Red Arrows" entre 2003 y 2006 y, desde hace un año, ocupa la posición de líder. Durante el vuelo, Turner señala que lo más importante es la concentración, especialmente debido a su condición de 'Red 1'. "Mi puesto está en la punta de la flecha y, por tanto, debo estar muy centrado en la formación porque el resto de pilotos están pendientes de mí a la hora de fijar su posición", explica.

Descanso
Los miembros de la patrulla acrobática se someten a una completa preparación física. "El entrenamiento es fundamental", reconoce Turner. No obstante, tras un espectáculo se permiten unos días de descanso. De este modo, los "Flechas rojas" tienen previsto disfrutar durante la jornada de hoy de un paseo en barco, lo que les permitirá conocer algunas calas menorquinas. El 'Red 1' no correrá la misma suerte. "Tengo que trabajar", lamenta. Sin embargo, su labor se desarrollará hoy frente a una pantalla de ordenador, un hábitat diferente de cuando está al mando de los "Flechas rojas.