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Me llamo Alfonso Reyes. Nací el 16 de febrero de 1953 en Córdoba, aunque llegué a Menorca con tan sólo 16 años. Algunos de mis tíos ya vivían en la Isla y animaron a mis padres a trasladarse puesto que tenían problemas para encontrar trabajo en Andalucía. Estudié electricidad por correo y trabajé durante unos años en la empresa Plastifor. Ahora trabajo como técnico de mantenimiento en Quesería Menorquina. Estoy casado con Ana Silvestre y tenemos dos hijos, Helenka de 33 años y Francisco de 25 años. Mi mujer y yo damos clases de bailes de salón en el Centro de Cultura de Es Castell.

¿En qué momento decidió iniciarse en el mundo del baile de salón?
Hace unos once años. Mi mujer me propuso ir a clases para prender a bailar y accedí. Nos apuntamos a un curso de la Escuela de Adultos que impartía la profesora Martina. Quisimos repetir al año siguiente, pero las plazas estaban completas y nos inscribimos a las clases de Ricardo Villamil, en el Master Gym. Estuvimos con él unos tres años.

Lo que empezó como un "hobby" fue a más...
Sí. Bailar nos gustaba cada vez más y teníamos un buen nivel. Ricardo nos recomendó una academia de baile en Ciutadella, que finalmente acabaron cerrando. Posteriormente, asistimos a las clases de Marga y Sito, que también tienen una academia en Maó y con ellos estuvimos unos cuantos años más.

¿Cuándo surgió la oportunidad de dar clases?
La primera profesora que tuvimos en la Escuela de Adultos, Martina, comenzó a dar clases en el Centro de Cultura de Es Castell y, como no tenía acompañante, fui a dar clases con ella. Finalmente, Martina lo dejó y desde entonces impartimos las sesiones mi mujer, Ana Silvestre, y yo.

¿Qué tipo de bailes enseñan?
Fox-trox, cha-cha-chá, bachata, pasodoble y rock, entre muchos otros.

¿Cuáles son los que más gustan?
A la mayoría les suele gustar el bolero, el baile más romántico, o el pasodoble, por aquello de que es el más "español". A mi personalmente me gustan todos, especialmente el cha-cha-chá y el fox-trox. Por su parte, el rock, la samba y la cumbia se bailan menos, son menos comunes.

¿Qué tipo de personas van a bailar a sus clases?
Normalmente vienen parejas de diversas edades. Sin embargo, suelen ser personas mayores, que rozan la tercera edad. El baile es una forma de relacionarse con otras personas, te permite distraerte y salir. Es una buena opción cuando tienes una cierta edad, los hijos se han marchado de casa y no sabes que hacer con tu tiempo. Ese fue nuestro caso.

Además, es una forma de hacer ejercicio...
También, aunque no es excesivamente duro y, por tanto, es asequible para personas mayores. Nosotros solemos tener unas siete u ocho parejas al empezar el curso, aunque algunos se cansan y nos quedamos normalmente con dos o tres parejas hasta el final.