Baja rentabilidad. Las organizaciones agrarias afirman que el sector está vendiendo animales fuera de la Isla y sacrificando ganado - Javier

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Menorca ha perdido en los últimos seis meses alrededor de 1.500 vacas y novillas sobre una cabaña que rondaba las 10.000 cabezas, lo que representa cerca del 15 por ciento del total, según advierten las organizaciones agrarias.

Esta cifra equivaldría aproximadamente al cierre de unas 20 fincas. Y es que las 171 explotaciones lecheras de la Isla no pueden hacer frente al "imparable y desorbitado" aumento de los costes de producción y están reduciendo a marchas forzadas el número animales que alimentar.

En el último año el precio de los piensos ha subido más de un 40 por ciento, el gasoil un 13 por ciento y la electricidad algo más de un 5 por ciento. Sin embargo, el precio base que se paga por la leche en Menorca apenas se ha movido y se sitúa en 0,30 euros por litro, e incluso en muchas ocasiones el precio se reduce hasta los 0,29 tras aplicar las industrias las medidas correctoras y penalizaciones en función del contenido de grasa y proteínas. A todo ello se suma una drástica reducción en las subvenciones.

Los gastos superan a los ingresos, la rentabilidad está por los suelos y muchas fincas están reduciendo cabezas de ganado, bien a través de ventas fuera de la Isla, especialmente novillas, o bien directamente sacrificando vacas.

"La situación es insostenible, el precio del kilo de pienso está diez céntimos por encima de lo que se paga por un litro de leche y a eso se suman los gastos en combustible, luz, semillas, abonos", denuncia el presidente de la asociación agraria Fagme, Pau Boch Moll.

Las explotaciones eliminan lastre, se ajustan a los ingresos y las hectáreas disponibles para poder beneficiarse, al menos, de las ayudas que concede el contrato agrario del Consell, que exige un número limitado de animales por hectárea. Pero todos son conscientes de que la venta de carne no es una solución a corto plazo. La producción de queso artesano parece más viable, pero las empresas maduradoras no absorben más piezas.

Sin salidas

El campo se queda sin salidas en Menorca. En los últimos ocho años la Isla ha perdido ocho millones de kilos de cuota láctea (en el período productivo 2010-2011 se situó en 60.277.826 kilos para un total de 171 explotaciones) y a ello se suma una reducción significativa del número de fincas.

En la campaña 2003-2004, Menorca contaba con 275 explotaciones con permiso de producción láctea y hace apenas un año se situó en las 171 fincas anteriormente señaladas. "Los ánimos están por los suelos", ilustra el secretario general de Unió de Pagesos, Manel Martí. "Las fincas que están quitando vacas, están perdiendo capital. Este es un momento muy difícil. Los pagos a las cooperativas se están retrasando porque apenas hay ingresos. Hay que hacer algo, la gente no puede más".

Martí comenta que lleva 20 años trabajando en el campo y asegura que los precios que se pagaban por la leche y la carne cuando él empezó apenas han subido, en cambio, los costes de producción (pienso, gasoil, electricidad...) se han disparado.

"Somos muchos los que pensamos que si encontráramos trabajo en otro lugar dejaríamos el campo. No sería fácil abandonar una vocación, pero quienes gobiernan no ponen soluciones o no quieren ponerlas", afirma.

Y es que a pesar de la firma del acuerdo lácteo entre Ministerio de Agricultura, la distribución, la industria y las cooperativas no se vislumbran cambios en el comportamiento de los eslabones finales de la cadena. Las organizaciones agrarias UPA y COAG denuncian que, por un lado, continúan las prácticas comerciales abusivas impulsadas por las grandes cadenas de distribución, tales como la utilización de la leche como producto reclamo o la venta a pérdidas.

A su vez, señalan que hay industrias que están aprovechando la entrada en vigor de la obligatoriedad de los contratos-tipo en el sector para plantear a los ganaderos contratos con precios que no superan los 0,29 euros por litro de leche bajo la amenaza de no recogerla si no firman.

Plan de choque

Pau Bosch comenta al respecto que el sector solicitó hace unos días al Govern y al Ministerio la puesta en marcha "urgente" de "un plan de choque" para hacer frente a la alarmante falta de rentabilidad del campo menorquín.

"No hay previsto nada y el sector no puede continuar así", espeta. Bosch explica que las organizaciones agrarias han solicitado al conseller balear de Agricultura, Gabriel Company, su mediación para que las grandes superficies vendan leche de la Isla. "Si el precio que nos pagan subiera entre 5 y 10 céntimos muchas explotaciones podrían mantenerse, de no ser así en los próximos años lo veo muy complicado. El futuro del sector lácteo está muy negro", remarca.

El responsable de Fagme lamenta amargamente además el daño que la doble insularidad está ocasionando al campo menorquín. "Si al menos pudiéramos trabajar con los precios que se pagan en la Península por los piensos, algo se podría hacer. Si allí lo están pasando también mal ahora, en Menorca es mucho peor", subraya, al tiempo que alerta de la incertidumbre que se cierne sobre el sector cuando desaparezca la cuota láctea en 2015.

"Si no hay cuota, lo normal es que la producción de leche se sitúe en zonas donde la alimentación del ganado sea más barata y mediante grandes explotaciones. En Menorca la solución pasaría por que COINGA aumente el volumen de compra", reflexiona.