El Consell maneja cuatro opciones para alargar la vía alternativa hasta Ferreries

A grandes trazos, la vía entre Ciutadella y Ferreries puede dividirse en tres grandes tramos. El primero, el que va de Ciutadella hasta el Camí de Binigarba. El segundo, el que discurre entre este punto y el Camí de S'Almudaina. Y el tercero, el que va desde Sa Costa Nova hasta Ferreries. Para el primero de los tramos, entre Ciutadella y el Camí de Binigarba, las diferentes propuestas que están sobre la mesa dibujan básicamente dos opciones. Por el norte está el Camí des Cargolí que conecta con el de Ses Arenes de Baix. Por el sur, el Camí Vell. El tramo septentrional permitiría conectar hasta cinco veces con la carretera general, y su anchura oscila entre los tres y los cinco metros. La opción meridonial contempla dos conexiones con la general, y una anchura que oscila entre los 2,5 y los cinco metros.

El segundo tramo entre Ferreries y Ciutadella es el que se puede trazar entre el Camí de Binigarba y el de S'Almudaina. En este caso, las cuatro opciones existentes ahora dibujaban una única solución para este tramo, que pasa por el Camí de Binigarba para conectar luego con el Camí Vell, el de So Na Parets y al final conecta con la carretera general poco antes del Camí de S'Almudania. No obstante, el pasado miércoles Luís Alejandre abrió la puerta a una nueva opción en este tramo, que supondría conectar el Camí de Ses Arenes con Sa Costa Nova pasando por el norte de la general a través de terrenos privados.

El tercer tramo entre Ciutadella y Ferreries sería el que va desde el Camí de S'Almudaina hasta Ferreries. En este caso, son varias las opciones planteadas actualmente. Todas parten, no obstante, de una misma premisa, y es la utilización del Camí de S'Almudaina para llegar hasta más o menos el cruce para ir hacia El Pilar. A partir de este punto, los itinerarios cambian. Por un lado, está la opción de pasar por el norte de la carretera general aprovechando, tal como ya informó ayer este periódico, el Camí d'en Kane hasta llegar al Camí de Sant Patrici y, desde aquí, volver a conectar con la carretera general o bien entrar a Ferreries. En este punto hay zonas de titularidad privada, y tramos en los que la vía prácticamente ha desaparecido o está cubierta de vegetación.

La segunda opción supone dejar la carretera general al norte y circular por el Camí d'Algendar. Una opción que un estudio califica de bastante complicada por la orografía del terreno, por invadir fincas agrícolas y por la existencia del Torrent d'Algendar que obligaría a una gran obra para superar este escollo natural.

Los estudios realizados por varios técnicos coinciden en señalar que el último de estos tramos, entre Sa Costa Nova y Ferreries, es el que tiene una más difícil solución, porque tanto la opción norte como la Sur presentan tramos con muy poca anchura y con complicaciones orográficas. En este sentido, cabe recordar que ahora mismo el Consell no ha desvelado cuáles son sus opciones para este segmento de la vía alternativa, aunque sí tiene claro que si se quiere habilitar un recorrido para evitar el aislamiento de Ciutadella, éste debe abarcar desde Ferreries y hasta la ciudad de Poniente, no solamente los tramos anunciados esta semana.

Por otra parte, los estudios realizados hasta ahora recomendaban que la vía alternativa pudiera ser transitable en los dos sentidos en toda su extensión, exceptuando quizás algunos enlaces con la carretera general. A pesar de esto, esta semana el conseller de Movilidad ya avisó que quizás algunos tramos de esta vía paralela serán de sentido único. Así, Alejandre apela a la urgencia de hallar una solución a esta situación "para no embarcarnos en grandes proyectos que necesiten mucho tiempo para ser una realidad".
De este modo, aunque sin confirmarlo rotundamente, todo apunta a que se descartan grandes ampliaciones de los caminos por los que discurrirá la futura vía alternativa.
En este sentido, Alejandre apela al futuro proyecto para mejorar la carretera general entre Ciutadella y Ferreries, una iniciativa que se presentará en un mes y medio pero que no se ejecutará hasta que acabe la reforma del tramo entre Maó y Alaior. En cuanto esta obra sea una realidad, comenta el conseller, los arcenes ya tendrán 2,5 metros de anchura, y ya podrán servir para ampliar la operatividad de la general en casos de accidentes en que se restrinja el tránsito rodado.