Conmemoración. El cuartel de Maó acogió el acto institucional con un elegante desfile de las distintas unidades y una ofrenda en homenaje a los caídos en acto de servicio - Gemma Andreu

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Menorca puede presumir de ser un destino seguro y garante de estabilidad. Y así lo demuestran los "envidiables" niveles de delincuencia que se mantienen muy por debajo de la media nacional. Las cifras evidencian "una situación francamente buena" en criminalidad. El director insular de la Administración General del Estado, Antoni Juaneda, puso ayer de relieve que Menorca registró durante el 2011 una tasa de criminalidad, entendida como el número de delitos y faltas por cada mil habitantes, de 40,3, lo que supone 8,1 puntos por debajo de la media nacional.

Esta evolución positiva también se constata en lo que respecta a las actuaciones en el ámbito territorial de la Guardia Civil que comprende los núcleos municipales -a excepción de Maó y Ciutadella- los puertos y el Aeropuerto. En lo que llevamos de año se ha intervenido en, según apuntó ayer Juaneda, 331 delitos frente a los 425 registrados durante el mismo período del año anterior, es decir, una disminución de un 22 por ciento.
En cuanto al grado de esclarecimiento, de enero a septiembre de 2011 se clarificaron uno de cada tres delitos mientras que en los mismos meses de este año, "el grado de esclarecimiento ha sido de la mitad de los hechos delictivos conocidos", anotaba el director insular del Estado, orgulloso de poder "compartir misiones y objetivos con la Benemérita".

Estos hechos adquieren una relevancia especial en una isla "con clara voluntad turística" y en la que "la seguridad es una ventaja competitiva, un valor añadido para Menorca como destino turístico". Para Juaneda, la sensación de seguridad se debe al buen trabajo que llevan a cabo los distintos cuerpos policiales que "actúan de forma coordinada incrementando así la eficacia de cada uno de ellos".

Así lo declaró el director insular en el transcurso de la festividad de la Virgen del Pilar. Un acto solemne revestido del orgullo y la emoción que genera en el cuerpo de la Guardia Civil la celebración del día de su patrona.

Sant Lluís fue el escenario elegido para la celebración eucarística, oficiada por el párroco Jesús Llompart, y, posteriormente, tuvo lugar una recepción en el cuartel de la Benemérita de Maó. Ambos actos contaron con la participación de numerosos agentes así como autoridades políticas, familiares y representantes de otras fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. Además, este año el acto institucional contó por primera vez con un desfile de las distintas unidades de la Guardia Civil.

El director insular de la Administración General del Estado no pasó por alto, durante su parlamento, los "momentos de dificultad" donde las restricciones presupuestarias obligan a trabajar con recursos "limitados". No obstante, Juaneda resaltó que "vuestra labor en estos momentos adquiere una mayor dimensión porque la eficacia no se resiente, gracias al esfuerzo adicional y a la implicación personal de todos los guardias".

También puso de relieve las operaciones más llamativas, mediáticas y de enorme calado que ha esclarecido el cuerpo, refiriéndose a la investigación en torno al autor de los incendios, entre otros.

Por su parte, el capitán Roberto Tirado, quien ayer se estrenó en el atril con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar, destacó "el honor que supone celebrar un día tan importante para los guardias civiles", una jornada durante el que "abrimos nuestros cuarteles cuya actividad el resto del año se encuentra dirigida en exclusiva a la prestación del servicio". Recordó, a su vez, el centenario desde que la dirección general del cuerpo proclamara la Virgen del Pilar como patrona de Benemérita. Por otro lado, recordó los 168 años transcurridos desde la fundación del cuerpo.

Concluyó su parlamento destacando la coordinación que se establece con la Policía Nacional y Local, lo que "logra situar a la Isla en unos envidiables niveles de delincuencia y respuesta policial".