Es Grau. Uno de los tramos del sendero a su paso por el municipio de Maó, en las proximidades del parque natural de s’Albufera - Javier

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Hasta catorce puntos concretos del Camí de Cavalls padecen los efectos de una erosión "ya irreversible" según las primeras conclusiones del análisis geológico encargado por el Consell insular con vistas a la revisión del Plan Especial de la ruta, aprobado en 2003.

Así lo afirmó ayer el responsable de Ordenación del Territorio, Cristóbal Huguet, en respuesta a las críticas de la portavoz del Grupo del PSM-Més per Menorca, Maite Salord, quien en una interpelación ante el pleno, reprochó al conseller del PP que los trabajos para modificar el plan actual hayan comenzado sin informar de ello a la oposición.

Casi una década después de que viera la luz el Plan Especial, derivado de la Ley del Camí de Cavalls aprobada por el Parlament balear en el año 2000 y a su vez precedida de una fuerte presión social para su uso público, el sendero de gran recorrido (el GR-223, incluido en la red española y europea) se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la Isla y, en especial, de aquellos aficionados a la montaña y a la naturaleza. Tanto es así que este verano algunos excursionistas denunciaron públicamente la falta de civismo y el problema de suciedad en algunos tramos del trazado.

La portavoz nacionalista no se opuso a la revisión del plan para "adaptarlo a la realidad actual" pero añadió que "lo más grave es la falta total de información" por parte del equipo de gobierno.

A petición del PSM, Huguet explicó que el coste de los trabajos para evaluar la situación del Camí de Cavalls –se ha contratado un arquitecto, un geólogo y una empresa especializada en medio ambiente-, rondará los 34.000 euros en total y que después serán los propios técnicos del Consell "no una empresa externa" los que se encargarán de redactar una revisión del plan.

El conseller garantizó que "nos sentaremos a hablar con la oposición", aunque admitió que hasta el momento no ha convocado ninguna comisión porque había considerado obvio y conocido que existía la "necesidad de evaluar el uso del Camí de Cavalls y los instrumentos que lo regulan" y que "había que afrontar ese trabajo".

Por el momento, según Huguet, se recopilan datos para "a partir de la documentación hablar sobre la modificación del trazado o lo que sea".

Nuevos retos

Entre las cuestiones a abordar con la revisión del Plan Especial del Camí de Cavalls el conseller de Ordenación enumeró la incorporación de figuras de protección y la adaptación de la ruta a lo establecido en la Red Natura 2000; la falta de evaluación y de previsión de la demanda y afluencia que puede registrar el sendero (publicitado en folletos, guías y páginas web); la prevención de incendios forestales; la ordenación de los recursos de las áreas naturales que atraviesa y de los hábitats de protección prioritaria; los riesgos existentes y la seguridad en la ruta, así como la responsabilidad patrimonial en la que puede incurrir la Administración si se producen daños a bienes o personales en el camino.

Además el conseller abrió otros interrogantes, como son la cobertura de emergencias y la falta de señal de telefonía en muchos tramos; el efecto del uso del sendero sobre los 'llocs' agrícolas; y por último, si se debería pagar por la utilización del Camí de Cavalls cuando es el escenario de actividades o excursiones realizadas por grupos numerosos, ya que se ha convertido en un recurso explotado turísticamente.

Por otro lado, Cristóbal Huguet explicó que existen veinte expedientes, tramitados desde 2003 hasta la actualidad, que no están incorporados al Plan Especial del Camí de Cavalls y que modifican su trazado original en diferentes puntos, siendo dichos cambios avalados únicamente por los convenios firmados entre la presidencia del Consell y los propietarios de las fincas afectadas, una situación que la Conselleria de Ordenación del Territorio quiere normalizar.