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A punto de superar el listón de los 90 años, Paco Borrás, así se le conoce, mantiene su mente espléndidamente amueblada y sus recuerdos y vivencias afloran con total nitidez y como si aquel ayer traumático, que todavía colea, se hiciera nuevamente presente; él estuvo junto al "Pater", al padre Petrus y fue uno de aquellos pioneros que hicieron "camino al nadar".

Naciste aquí…
En Es Castell, soy hijo de payés y mis padres vivían en un predio de Villacarlos.

¿Dónde pasaste la guerra?
A caballo entre Mahón y "na Xenxa des Borrasos", porque en aquellos años los bombardeos obligaron a mucha gente a "emigrar" al campo.

¿Qué recuerdas con mayor intensidad de aquella etapa?
En mi mente quedan ya pocos recuerdos, las bombas, las sirenas y dos hechos muy especiales; el día en que se declaró el Estado de Guerra me dirigía a misa, como cada domingo, y me tropecé, nunca mejor dicho, con el piquete militar que estaba proclamando el Estado de Guerra; el otro ocurrió el día 9 de febrero de 1939, día en que finalizó la guerra; nosotros estábamos refugiados en un sótano cuando oímos un gran estruendo, voces, gritos, de todo y salimos a ver lo que estaba ocurriendo… La División 105, del Cuerpo de Ejército marroquí, al mando del coronel López Bravo, había hecho acto de presencia, era todo un espectáculo, pero lo que más me impacto fue que el padre del capitán Cromacio Abadía, que se hallaba en el sótano, dijo: "Ahora ya podré afeitarme"… Lo recuerdo porque llevaba una barba impresionante.

¿Colegios?
La Salle, breve intervalo en "Sa Graduada", vuelta a La Salle y posterior ingreso en el Instituto.

¿Antes o después?
Ingresé antes, lo hice en el curso 35/36, y acabé en el año 1942, lo que tú señalas como después.

Lo he comprobado en el libro del padre Macián; curso en el que también estaban Pablo del Amo, Domingo Carruana, Carlos Mascaró Montero, Luis Casasnovas, Francisco Hernández Pons, José Montañés, Gabriel Pons Tutzó, Antonio Riera Mir, Fernando Sintes Obrador, Francisco Vidal Venturini…
Sí y me acuerdo de todos ellos porque mantuvimos una buena amistad, a los únicos que no recuerdo son a los de Ciutadella, los 40 kilómetros constituyen una distancia, en ocasiones, insalvable.

Terminado el Bachillerato, ¿qué hiciste? ¿Cuál fue tu primer trabajo?
Accedí al Banco Hispano Americano en el que me mantuve fiel hasta el momento de mi jubilación, sin embargo no siempre trabajé en Mahón ya que estuve unos años destinado en Barcelona junto con otros compañeros menorquines.

Y al volver a casa reemprendiste tus costumbres de antes de partir.
Sí, pero con una salvedad importante, ya que fue al regreso de la Ciudad Condal cuando me casé.

Yo te recuerdo como catequista.
Lo fui, con otros muchos compañeros, recuerdo especialmente a Fernando Carreras Cabello, dirigente de Acción Católica, y un caballero donde los haya; tanto él como yo dábamos la catequesis en el coro de La Concepción a un buen número de chicos porque eran muchos los que acudían a la misma; eran otros tiempos y otras costumbres.

¿Cuándo entraste en contacto con el padre Petrus?
Le conocía de tiempo ha, luego lo tuve de profesor en el Instituto y como consiliario de los jóvenes de Acción Católica y puedo asegurarte que era un auténtico líder.

La asignatura de Religión era, en aquellos años, muy importante.
Claro, acabábamos de salir de una guerra en la que el componente religioso había tenido un peso específico y se consideró que había que formar religiosamente a la juventud.

Tú eras, cabe señalarlo, un joven comprometido, una prueba está en que en el año 1945, con 22 años, fuiste uno de los elegidos para participar en el cursillo para dirigentes de Acción Católica que dirigió Enrique Pastor, del Consejo Superior, cursillo que se celebró en el Seminario de Ciutadella.
Sí; siempre estuve en primera fila, y como en ocasiones sueles decir, soy "hombre de fe", por ello, junto con otros compañeros estuve presente en dicho cursillo y en todo cuanto tuvo cierta relevancia, como la peregrinación a Santiago de Compostela en el año 48 y en la que participamos 44 jóvenes menorquines.

¿Cómo era el ambiente que se respiraba en el centro de Acción Católica?
El centro se instaló en los bajos del Cine Alcázar, en la calle Concepción, local en el que anteriormente estuvo ubicada la "Academia Mariana", y todo cuanto se hacía estaba planeado y supervisado por el padre Petrus, labor que se desarrollaba en tres campos, el espiritual, digámoslo así, relacionado directamente con la religiosidad, otro que incidía en la formación o estudio y el tercero en el deporte.

Labor en que también participaba Juan Nicolau Barceló.
Sí, su mano derecha; Nicolau era un suboficial mallorquín destinado aquí que estuvo siempre al lado del "Pater", un hombre de una gran formación y de una enorme fuerza moral que se convirtió en su mejor colaborador.

Sabatina, misa dominical y un largo etcétera.
La sabatina en la iglesia del Carmen adquirió una gran trascendencia, cada sábado el templo de llenada mayoritariamente de gente joven, igual ocurría con la misa de los domingos y cualquier otra celebración señalada como la fiesta de San Juan Bautista que incluía la misa, el desayuno en el centro y posteriormente varios partidos de fútbol, baloncesto o de lo que fuera.

Los Círculos de Estudios eran la base de una mejor formación humana y cristiana.
De ambas efectivamente, porque no solo se profundizaba en la parte religiosa sino en el compromiso que el cristiano debe asumir ante la sociedad; era, como tú señalas en "Un cura de leyenda", un ir hacia la formación integral del hombre, del católico dentro de una sociedad variada y plural.

¿En que consistía el "Día del Aspirante"?
El organigrama de Acción Católica abarcaba tres ramas, aspirantes, jóvenes y finalmente hombre o mujeres; el "Pater" se movía preferentemente entre los aspirantes y los jóvenes, era su "demarcación", y ponía todo su saber y su "garra" en esta su tarea. El "Día del Aspirante" reunía en una población de la Isla a una representación de los aspirantes de todos los pueblos de Menorca y a lo largo del día se celebraban diversos actos, religiosos, deportivo-culturales... La primera vez que se organizó fue en Ciutadella el día 30 de septiembre de 1945 y al año siguiente, el 15 de octubre, se celebró en Mahón, en donde se reunieron más de 500 aspirantes… Misa en Santa María, juego y actos lúdicos en el patio del Colegio la Salle, de la calle del Carmen, un acto cultural propagandístico en el Cine Alcázar, comida y ya por la tarde un acto eucarístico en iglesia de San Francisco y la posterior clausura, con la entrega de trofeos a los vencedores de los distintos juegos competitivos celebrados.

Y año tras año la reunión fue celebrándose en los restantes pueblos de la Isla.
Sí, en el 47 se celebró en Alaior, pero la que recuerdo de una forma especial es la del 51, "Año Santo Universal" con peregrinación incluida al Santuario de Monte Toro, peregrinación que tuvo lugar el 10 de junio… Al año siguiente la cita fue en Fornells y en Es Castell en el año 1953.

La adquisición des Freginal y posterior abertura de "Sa Sínia", como la denominábamos, fue como un "milagro" menor.
O mayor, hasta aquel momento las actividades deportivas se desarrollaban en diversos espacios adecuados para ello, recuerdo el patio de "Sa Graduada", o el del Colegio La Salle en donde se disputaban los partidos de baloncesto pero al contar con campo propio, no solo de basket sino también de fútbol, el deporte, como escuela de vida como al "Pater" le gustaba decir, experimentó un notable crecimiento, fue como abrir las puertas a un futuro mejor y más compartido.

Tú nunca fuiste deportista en lo que al aspecto participativo se refiere, pero siempre estabas ahí, con tu Alcázar...
Y con mis amigos; el Alcázar era nuestro equipo, nuestra enseña y había que arroparla, y dar el apoyo necesario a la labor que hombres como Pedro Gomila o Salvador Botella y otros muchos, estaban llevando a cabo.

¿Cuál era el objetivo del padre Petrus?
Que la juventud mahonesa dispusiera de un espacio para practicar el deporte, pero también buscaba la formación integral de los jóvenes, quería que estos, a la hora de asumir responsabilidades, contaran con un caudal moral y cultural que les permitiera ser dueños de sí mismos, saber discernir y ser capaces de defender sus creencias y sus convicciones.

Aquella fue una etapa muy bonita, no solo porque éramos más jóvenes sino porque y a pesar de todo, íbamos hacia un futuro mejor.
En tu libro detallas muy concisamente no solo aquel momento sino la labor del "Pater", cuando dices de él que fue un "sembrador de ilusión y de esperanza" abres un amplio abanico, porque indicas que era un momento en que la ilusión y la esperanza eran "rara avis" y había que proyectarla para ir hacia un nuevo modelo de convivencia y fraternidad.

Me imagino que el nombramiento del padre Petrus como Hijo Ilustre de Maó te habrá emocionado.
No lo dudes, porque se lo merecía por cuento hizo, por cuanto nos dejó en herencia… El comentario, yo diría que unánime, es éste, "se lo merecía"; pero también me alegré de que se le diera el nombre de "Padre Petrus", al pabellón municipal instalado en la Sínia Costabella; bien esta lo que bien acaba.

Me dices que sigues sintiéndote "hombre de Acción Católica".
Sí, e incluso un reducido número de amigos nos reunimos semanalmente para mantenernos en contacto y proseguir fortaleciendo nuestra fe.

Antes os aglutinaba el padre Macián, ahora, ¿quién ejerce de consiliario?
Fue el propio padre Macián, cuando sus fuerzas ya no se lo permitieron, quien nos aconsejó que acudiéramos al padre Guillermo Pons, y así lo hicimos y seguimos reuniéndonos con él, en base a las directrices de "Vida Creixent".

Hoy la dinámica de nuestro mundo es otra; el materialismo y otros factores han arrinconado la religiosidad e incluso la fe. ¿Qué te preocupa especialmente?
Muchas cosas; es innegable que el mundo ha evolucionado, que muchas de las cosas que las generaciones de la posguerra considerábamos básicas han sido "barridas", e incluso muchos de los valores tradicionales han desaparecido, por fortuna algunos han sido reemplazados, pero no todos, noto a faltar la urbanidad, el sentido de la cortesía de antaño, el respeto especialmente a los mayores, en fin un cambio o evolución no del todo positivo, pero sigo manteniendo la esperanza.

Porque sigues siendo hombre de fe…
Posiblemente, y por ello sigo confiando en un futuro mejor, no para mí sino para las jóvenes generaciones.

¿Algún reproche especial?
A la Iglesia, sí y lo hago desde dentro y con un espíritu crítico constructivo… La Iglesia no ha sabido transmitir el mensaje evangélico a la juventud y ésta siente un profundo vacío.

Vacío interior y ¿rechazo?
Sí, hacia la Iglesia; cualquier observador puede comprobar que la gente joven no acude a misa, ni está por la labor… Rechaza lo que intuye o lo que se le ofrece.

¿Por qué el "Pater" tenía aquella fuerza de arrastre?
Porque era legal… Tú lo has expuesto formidablemente en tu libro, porque "era buena persona", un cura abierto a todos, comprensivo y tremendamente humano.

¿Tienes alguna afición en especial?
Sigo siendo un hombre de campo; me crié en este medio y nunca he dejado de sentirlo como propio.

Veo que también ejerces de abuelo.
Como en cierta ocasión dijiste, "ser abuelo es el mejor oficio del mundo".

Ser, estar, creer, amar… ¿Hay algo mejor?
No sé que decirte, pero añade el participar y el convivir.

La política, ¿te atrae?
Siempre hay que estar al quite, pero en la medida de tus posibilidades; actualmente me preocupa el tema de los parados y de los recortes habidos y necesarios, como también otros temas, pero me mantengo firme en mis principios porque estoy convencido de que llegará un futuro mejor.

Los ciclos pasan…
Sí, y después de la tempestad llega la calma, aunque no hay que quedarse con los brazos cruzados, hay que seguir luchando para alcanzar este mañana mejor.

¿Cuál es tu opinión respecto al fundamentalismo islámico?
Que las religiones han de servir para unir y para crear un clima de respeto mutuo y de convivencia pacífica.
Cuatro nietos son casi "legión", con esta perspectiva vital, ¿qué le pides a la vida?
Salud y ver crecer a mis nietos.

Un deseo que no dudo se hará realidad.