Planta TIV. Los responsables de Kroms explicaron los pormenores técnicos de su propuesta - Javier

TW
0

La empresa Kroms, que promueve la transformación de los residuos generados por la Isla en diesel sintético, propone rebajar un 20 por ciento el precio que ahora se paga en Menorca por tonelada de basura tratada y que oscila entorno a los 24 euros. Este descuento podría representar una rebaja en la aportación actual de los ayuntamientos para el tratamiento de residuos y en consecuencia una rebaja en el impuesto de recogida de basuras que pagan los menorquines.

Kroms está dispuesta a invertir 26 millones de euros en la Isla y encajar su proyecto en la planta de residuos voluminosos de Caritas en Maó. La empresa, que gestiona la patente de alta tecnología de la sociedad alemana Alphakat y que detrás tiene el soporte de importantes grupos de inversión de ámbito internacional, compraría las instalaciones de Caritas para ubicar en ellas esta nueva industria de generación de combustible.

La entidad Diocesana no esconde la delicada situación financiera de la empresa de inserción TIV y hace tiempo busca "una salida" a esta planta de la carretera del Aeropuerto. Kroms puede ser la solución buscada y a la vez una interesante herramienta para modernizar y rentabilizar el tratamiento de residuos en la Isla. En este sentido, la empresa que ya ha desarrollado diversas plantas en Europa, se compromete además a mantener la labor de reinserción sociolaboral que desarrolla en este lugar Caritas.

Autosuficiente
Kroms vendería el diesel generado a las empresas del sector y a la Administración con un descuento que oscilaría entre el 20 y el 25 por ciento. La planta sería energéticamente autosuficiente gracias al gas que genera el proceso industrial de transformación de los residuos en combustible. Funcionaría las 24 horas del día en tres turnos de trabajo los 365 días del año. La plantilla estaría compuesta por unos 28 trabajadores, algunos de los cuales deberán recibir formación específica en Alemania. Los camiones descargarían los residuos en su instalación y serían tratados en el mismo día, lo que evitaría en gran parte el problema de olores inherente al tratamiento de basuras. Los materiales pesados (aluminio, estaño...) resultantes, serían valorizados, es decir, comercializados.

Representantes de la empresa Kroms dieron ayer a conocer el proyecto en un acto celebrado en la misma planta y al que asistieron responsables municipales y el conseller de Medio Ambiente, Fernando Villalonga, entre otras personalidades. Agustí Arbex, coordinador en la Isla de Kroms y Jordi Huguet, gerente jefe de proyectos, explicaron los aspectos técnicos y administrativos de la propuesta.

Reducción de CO2
La nueva planta de transformación se basa en la combinación de dos tecnologías (pirólisis y la patentada por Alpahkat que permite la obtención del diesel sintético) y en el tratamiento previo de los residuos (plásticos, biomasa, materia orgánica y aceites). La planta permitiría reducir las emisiones de CO2 una media del 40 por ciento, respecto a la incineración y el soterramiento de residuos. Tampoco generaría dioxinas y el agua resultante del proceso (vaporización debido a las altas temperaturas) de transformación podría ser reutilizada para el riego.

La empresa calcula que en Menorca puede tratar entre 25.000 y 50.000 toneladas de residuos al año. La rebaja apuntada anteriormente del 20 por ciento en el precio de mercado estaría directamente ligada a las características del residuo tratado y el rendimiento energético que genera. (La biomasa apenas roza el 35 por ciento, los plásticos superan el 72 por ciento y los aceites el 80 por ciento).

Un 12 por ciento de residuo
El proceso genera al final un 12 por ciento de residuo inerte que debe ser llevado a un vertedero, con lo que Milà seguirá en activo. Esta instalación no sólo verá reducida de forma notable las toneladas de basura que recibe, sino que además prolongaría su vida útil. Jordi Huguet explicó que en otras plantas de Kroms las administraciones pagan a esta empresa para eliminar los residuos. "Les reducimos los costes un 30 por ciento y les revendemos el diésel a unas condiciones más ventajosas de mercado, entre un 20 y 30 por ciento menos, dependiendo del volumen de residuos", indicó. No obstante precisó, en el caso de que la compañía se instale en Menorca, este aspecto deberá ser analizado y acordado.

Huguet explicó que para que la empresa sea viable en la Isla necesitará obtener un rendimiento por encima del 6 por ciento. "Nosotros estamos respaldados financieramente por unos inversores a los que debemos garantizar un beneficio", aseveró. Apuntó que la construcción de la instalación se prolonga habitualmente unos 14 meses, pero a ese tiempo habrá que añadir los plazos para obtener las licencias y permisos mediambientales correspondientes. El coordinador de la empresa, Agustí Abex señaló que la implantación en la Isla de este moderno sistema de tratamiento de basuras depende de la "voluntad política· de cambiar el modelo vigente y de la seguridad jurídica que se dé a las empresas interesadas.