Acto. Esperança Juaneda flanqueada por Teo Benejam y Damià Bosch - Cris

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La Feria del vehículo de ocasión se celebrará este fin de semana en Ciutadella después de tres años de permanecer en letargo. El evento ocupará la Sala Multifuncional del Canal Salat y la zona exterior y el aparcamiento adyacentes.

El Ayuntamiento vuelve así a organizar la Feria del coche de segunda mano que se celebró por primera vez en 2005 en la plaça des Born y que fue itinerando en los siguientes años en lugares como el Polígono Industrial. Tal como explica la concejal responsable de Ferias y Mercados, Esperança Juaneda, en 2008 el certamen regresó a Es Born, "pero en 2009, ante la negativa del entonces Ayuntamiento de ubicar la feria en la céntrica plaza porque era muy costosa, los expositores decidieron anularla".

Este año se recupera el evento "con el ánimo de promover las ventas del excedente de coches de alquiler tras la temporada turística y para dinamizar la actividad económica en la población", según la edil.

Asegura que la organización corre a cargo del Ayuntamiento, pese a que cuenta con todo el apoyo e implicación de los concesionarios de coches. Participarán un total de 10 expositores. Se trata de empresas concesionarias de vehículos de Ciutadella, de las marcas Rover, Kia, Renault, Hyundai, Toyota, Peugeot, Citroen, Fiat, Ford y Suzuki, según relata Juaneda. Los expositores consideran que en época de crisis existe una alta oferta de coches de segunda mano, que pueden tener salida como vehículos de ocasión. Consideran que la feria no suele convertirse en el marco para hacer negocio, aunque sí es el escaparate ideal para propiciarlo y exponer la oferta existente, con la garantía de los concesionarios.

La Feria del automóvil abrirá las puertas mañana, a las 17 horas, y el acto de inauguración tendrá lugar a las 19 horas. El sábado, día 3, podrá visitarse de 10 a 21 horas y el domingo, día 4, de 10 a 14 horas. Esperança Juaneda recalca las ventajas económicas de organizar la feria en la Sala Multifuncional del Canal Salat. "Si hace mal tiempo, los visitantes tendrán cobijo, a la vez que no será necesario gastar en seguridad jurada por las noches, porque el espacio quedará cerrado". Cada uno de los 10 expositores pagará al Ayuntamiento una tasa de 158 euros por la participación en la feria y el uso de las instalaciones municipales.