Tiendas. En Menorca han proliferado durante estos últimos años el número de negocios que se dedican a la compraventa de oro - Gemma Andreu

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Los letreros de las tiendas de compraventa de oro proliferan. Suelen ser llamativos para que no escapen a la vista de nadie. Se han convertido en una de las pocas opciones que quedan ya a algunas familias para llegar a fin de mes a cambio de que se deshagan de sus joyas. Y permite que el usuario consiga dinero de manera fácil y rápida.

En Menorca, el número de empresas que se dedican a este negocio ha crecido sustancialmente al considerarse como uno de los pocos negocios al alza en tiempos de crisis. No obstante, algunas empresas empiezan a detectar un descenso de la afluencia de clientes y de suministro de este metal precioso que se debe, no solo a la multiplicación de negocios sino principalmente a que aquellas familias que lo atesoraban en casa ya se han desecho de ello para salir de los apuros económicos. Y es que, según algunas empresas consultadas, la crisis se prolonga ya muchos años y la gente se ha quedado sin provisiones.

"Estamos percibiendo un pequeño bajón, la gente ya no tiene oro para vender tras cinco años de crisis", indica el responsable de una franquicia de compraventa de oro que recaló en la Isla el verano de 2011. Es más, asegura que la situación actual no favorece la compra de nuevas alhajas por lo que el suministro de las familias se está agotando.

No pasa tampoco desapercibido el gran número de tiendas que han abierto en la Isla y que oscila entre las doce y las catorce. "Es muchísimo para Menorca", añade este portavoz.

Otro empresario puntualiza que la situación da "mucha lástima". La gente "vende las joyas para pagar el alquiler, el recibo de la luz o del agua", indica y añade que "te suplican que les des más dinero del valor real de la pieza".

Otras empresas consultadas difieren de este hecho y aseguran no haber detectado el declive y mantener aun en auge el negocio.

El perfil de usuario es, según las empresas preguntadas, muy heterogéneo, puesto que la crisis está azotando a todos los estamentos sociales.

Aunque el oro cotice en bolsa y su precio varíe diariamente, un gramo de este metal precioso gira entorno a los 22 euros. A pesar de este precio, otro empresario apunta que para quienes quieren comprar una joya "el oro se ha convertido en un material prohibitivo, la gente opta por la plata" y añade que el precio del gramo de oro nuevo ya oscila entre los 60 o los 70 euros.

Además, señalan que la compraventa requiere de un proceso estricto. El cliente debe mostrar el carnet de identidad además de llenar un ficha modelo. El material se envía a la Guardia Civil o a la Policía Nacional, según la zona, y en el caso de que no exista ninguna irregularidad (que el material no sea robado, por ejemplo) se devuelve a la tienda.

Una empresa explica que en más de una ocasión ha ido un cliente a vender oro y que cuando se le ha solicitado la documentación, han asegurado tenerla en el coche, "ya no le ves más, el material era posiblemente robado".