Dársena. El dragado es para conseguir un calado de entre 8 y 11 metros que asegure las operaciones - Archivo

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El presidente de Autoridad Portuaria de Balears, José María Urrutia, cree que "dragar el puerto de Maó es necesario y urgente después de años de espera". Por eso se destinarán 2,6 millones de euros en un operativo para extraer 200.000 metros cúbicos de materiales del fondo del puerto para conseguir un calado de entre 8 y 11 metros y asegurar así las operaciones.

Está previsto que el dragado del puerto se realice durante los primeros meses de 2013, por lo que la licitación de las obras se llevará a cabo "en la mayor brevedad posible", una vez "ya disponemos del permiso de la Capitanía Marítima", señala Urrutia en su blog.

El responsable de la APB recuerda que "los estudios realizados tanto en 2008 como en 2011 demuestran que los sedimentos analizados en las catas del puerto se catalogan en la categoría I y II, es decir, de insignificante o moderada contaminación, según las Recomendaciones para la Gestión del Material Dragado en los Puertos Españoles del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), del Ministerio de Fomento.

Motivos

Urrutia justifica la actuación explicando que el calado del puerto de Maó "se ha visto reducido considerablemente en los últimos años por todas las aportaciones de su entorno y el fondo presenta una distribución irregular de los fangos que ponen en riesgo la maniobrabilidad de los buques en su dársena. "Basta con observar la maniobra de cualquiera para ver como sus hélices remueven el fondo del puerto", asegura.

Además, el presidente de Autoridad Portuaria afirma que, además del riesgo que esto supone, también debe tenerse en cuenta que "la imagen de un crucero lleno de pasajeros encallado frente al Cós Nou sería de un impacto con repercusiones negativas elevadísimas en todos los órdenes y que debemos evitar por razones más que evidentes, sobre todo ahora en que el empeño demostrado por las distintas administraciones para promocionar el puerto de Maó como destino de cruceros empieza a dar sus resultados".

Lodos

Urrutia añade que los sedimentos que se retiren del fondo del puerto recibirán "un tratamiento técnico adecuado, de acuerdo con los informes y las autorizaciones de las diversas autoridades de Medio Ambiente". Así, habrá un "control de los vertidos al mar, en un punto concreto y acordado, maximizando las precauciones y el seguimiento escrupuloso de la normativa medioambiental". Los fangos, arenas y gravas se verterán en el mar, "a 53 metros de profundidad y donde no afecta a ninguna población animal ni vegetal".

Jornada de información

Para hacer patente el "compromiso de transparencia", Autoridad Portuaria organiza para el jueves, a las 12 horas, una jornada de puertas abiertas en la Estación Marítima de Maó, para que los interesados puedan recibir información sobre este proyecto.