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Mi oficio, el de "aprendiz de brujo", me proporciona múltiples sorpresas, todas ellas agradables porque los personajes que se someten voluntariamente al "tercer grado" aportan cuanto llevan dentro, con espontaneidad, sinceridad y un buen "tono" dialogante, fruto de un deseo, que es sembrar "honestidad" desde su trabajo para ensamblar un mundo mejor.

Cuando iniciaba mi andadura periodística en el "Menorca", en los primitivos talleres de la calle "Verge de Gracia", junto al cine Actualidades, tuve la oportunidad y el placer de compartir trabajo y vivencias con el padre de Maria Àngels Gornés, entrañable compañero que desde su Ciutadella natal era, junto con Domingo Marqués, un importante eslabón en el día a día de un diario que buscaba consolidarse en las "dos orillas", la de allí y la de aquí…

¿Dónde iniciaste tu aprendizaje escolar?
En el Colegio de la Purísima, a Ses Andrones, allí cubrí esta etapa, luego estuve un año en el Instituto Josep Maria Quadrado para seguidamente empezar a trabajar como administrativa.

Y tu vena musical, ¿cómo surgió?
Igual que el agua que mana de una fuente; el ambiente familiar era muy propenso a ello porque en casa todos cantaban e incluso mi padre tocaba la guitarra y yo disfrutaba muchísimo de este ambiente.

Cantar, tocar la guitarra y una sorpresa inolvidable.
Sí, cuando tan solo contaba con nueve años de edad y por Reyes recibí el regalo de una guitarra; imagínate la ilusión que me proporcionó y desde este momento empecé, de la mano de mi padre, el aprendizaje… Mi afición por la música, que me salía de dentro, fue cuajando sin excesivas ayudas externas, sin asistir a clase, por lo que puedo afirmar que soy autodidacta.

Aquellos años, tiempo inolvidable pero algo olvidado porque los años no pasan en balde, Menorca no fue ajena a un renacer cultural que promovieron un grupo de jóvenes ilusionado por cambiar las formas y las tendencias al uso. ¿Recordamos aquel añorado pasado?
Con sumo gusto; la eclosión, lo diré así, en Menorca se produjo de la mano de un grupo que se denominó "Joves poetes", formado, entre otros, por los hermanos López Casasnovas, Gustau Juan, Lalo Pons… Recitaban y cantaban; recuerdo que Andreu Bosch puso música a varios poemas de Salvador Espriu, en fin, era un ambiente de lo más agradable y el poder acceder a él me ilusionó muchísimo y además fue algo que me marcó profundamente como persona y artista.

Tu puesta en escena, que recuerdo perfectamente, propició este acercamiento, ¿cierto?
Del todo, con 15 años de edad actué en el Teatre Principal de Maó en un festival que se celebró durante las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia; Josep Maria Quintana me propuso interpretar una de sus canciones y así lo hice; un momento inolvidable y decisivo en mi carrera musical.

Hubo un momento también decisivo que marcó tu trayectoria, fue como una "inmersión" a fondo en este "laberinto".
En el año 76 llevada por mis inquietudes pedí a Joan López Canasnovas que me proporcionara un libro de poesía menorquina y me entregó "una joya", algo que en aquellos años era poco frecuente y a partir de ahí, de este extraordinario libro empecé "la meva tasca", basándolo casi todo en poesía ajena, con algunas "apuntes" personales.
También hubo otra aportación.
La de la revista "Xibau" en donde aparecían poesías de Pere Xerxa (López Casasnovas), Ruiz y Pablo y otros muchos autores.

¿Tuviste y en solitario, un debut como tal?
No hubo "puesta de largo", fui haciendo camino y, paso a paso, me introduje en este mundo; como recordarás en aquellos años brotó con gran fuerza y espontaneidad un sentimiento que llamaré "menorquinismo" y que fue instalándose en el mundo de la cultura de nuestra isla.

Con o sin debut "oficial", tienes varios discos editados. ¿Cuáles son?
Concretamente dos, el primero lo grabé en Madrid, en el año 1982 y lo titule "Menorca et dec…". El segundo, grabado en el 2001 y que lleva por título "Entre boires" lo grabamos aquí, disco producido por mi hijo, Guiem Soldevila, que también me acompañó.

¿Cómo te defines? ¿Cómo poeta o…?
Me considero transmisora de poesía o, dicho de una forma diferente, "embajadora" de poesía a través de mi música.

Volviendo a aquel ayer diré que fueron años en que "aquel tipo de música", que despertaba recelos entre unos -el sector más tradicional- e ilusión entre la juventud, fue como una "detonación en cadena".

Efectivamente fue tal como dices, "La nova cançó" y otros movimientos parejos nacieron en un momento en que la sociedad vivía con intensidad, preocupación y voluntad de cambios y "aquel tipo de música", como tú la has calificado, fue como una válvula de escape de todo aquel sentimiento; música que en ocasiones era de protesta y en otras "poesía pura", pero siempre viva e íntimamente conectada a la realidad social de aquel momento.

Y de aquellos "gladiadores" de antaño, ¿a quienes admirabas o sigues admirando?
A Lluís Llach por encima de todos, luego a Maria del Mar Bonet… Añadiré, aunque me exponga a una regañina, que actualmente mi hijo Guiem Soldevila colma todas mis ilusiones.

Abundaré en ello porque las referencias que tengo de él, van en ésta dirección. ¿Cómo le defines?
Guiem nació con este don; con sensibilidad musical y además es buen cantante; ha editado su primer disco, "Nura", con poemas de Ponç Pons y con buen resultado, al menos a mí me gusta, lo que me permite afirmar que, en este campo, tiene futuro.

¿Cómo ves el momento musical de la Isla?
A un nivel muy alto; siempre me ha sorprendido como una isla de las dimensiones tan reducidas como Menorca pueda provocar, en la parcela musical, la sana envidia que incita; por ello mi opinión es que seguimos estando en primera línea manteniendo la ilusión e incluso la calidad que siempre hemos tenido.

De aquella Maria Àngels, que con 15 años apareció con su guitarra en el escenario del Teatre Principal, ¿qué queda? ¿Qué cambios más importantes hay que destacar?
Yo diría que sigo siendo la misma, la de siempre; igual que antaño, con las mismas ilusiones de aquel momento inolvidable, hoy sigo cantando con mi guitarra lo cual me permite seguir siendo un ser "vivo" que a través de mi música intenta escapar de una realidad que no me satisface ni poco ni mucho; escapar de un mundo tremendamente insensible y poco solidario, en el que el compartir es algo poco frecuente.
Interpreto que con tu música y por supuesto con tu guitarra intentas aportar algo de lucidez, o una ayuda para los inconformistas que afortunadamente sigue habiéndolos.
Sobre todo intento ser una referencia para aquellos que siguen buscando ilusionadamente, un cambio a mejor, un cambio hacia un mundo más humano, más sensible.

Humanizar, entiendo que para ti es una palabra fundamental, ¿acierto?
Del todo porque creo que hemos perdido esta faceta que debería ser connatural al ser humano y que si consiguiéramos recuperarla, es decir, ser más sensibles, nuestra realidad sería otra, sobre todo menos beligerante.

Y "Dios en la última playa". ¿En qué crees?
Sobre todo creo en la naturaleza y en el ser humano, aunque éste deba humanizarse, ser sensible a las necesidades ajenas, aprender a convivir y convencerse que es preciso un cambio de mentalidad para dejar un futuro mejor a nuestros hijos, un futuro en el que la justicia y el respeto estén presentes y en activo.

Compruebo que no te conformas que la realidad de este preocupante presente.
Es que no quiero acostumbrarme a determinadas realidades, quiero vivir ilusionadamente en un mundo más justo y solidario, quiero compartir todo cuanto de bueno existe, la música, la poesía, la gente que ríe y es capaz de aportar una pizca de optimismo y esperanza.

Y de aquellos años de tú juventud, ¿qué recuerdos destacarías?
Tuve una infancia muy feliz de la que guardo infinidad de recuerdos y vivencias; mis abuelos vivían con nosotros, en nuestra casa, circunstancia que ayudó a crear un ambiente entrañable que me ha permitido encarar la vida con una mentalidad positiva.

Y Ciutadella, aquella ciudad trabajadora y noble, ¿cómo era?
Muy tranquila, el ambiente familiar se trasmitía a la vida cotidiana, las niñas y los niños jugábamos en la calle, ellos sobre todo a fútbol, nosotras a la "charanga" u otros juegos; todos nos conocíamos y disfrutábamos con nuestras pequeñas cosas; eran otros tiempos y otra realidad menos "agresiva" que la actual.

Hoy ni es posible jugar en la calle ni trasladar el ambiente familiar al entorno, hoy se han impuesto otros cánones, otras costumbres; y el hombre busca más el tener que el ser.¿Por qué apuestas, por el tener o por ser?
Ni lo dudes, por ser; ser persona, ser parte de una sociedad consecuente con sus ideas y consciente de la necesidad de ayudarnos los unos a los otros, porque como en cierta ocasión dijiste, no somos una isla sino que formamos continente.

No tenía ni la más leve duda al respeto porque "aquella música" contribuyó a crear personas con una gran sensibilidad y una gran capacidad receptiva.
Cierto, personas responsables, sinceras, con la honestidad como bandera y que aprendimos a ser por encima de todo.

Ante este hoy preocupante cuando no traumático, ¿qué sientes?
Desilusión y pena, una enorme angustia porque no veo con claridad hacía donde nos dirigimos ni cual va a ser nuestro futuro y el de las generaciones venideras; además el ver a tanta gente que lo está pasando mal, al borde de la "quiebra" moral o económica, me produce una gran tristeza; nuestro presente es angustioso y con un futuro totalmente incierto.

¿Crees que lograremos superar este complicadísimo momento y recuperar el "aliento"?
Espero que sí, mejor sería decir que lo deseo, pero habremos de pelear con todas nuestras fuerzas e intentar que en esta travesía no haya náufragos.

¿Intuyes hacia dónde vamos?
A duras penas; antes el compás que el día a día iba imponiéndonos era acompasado, hoy es endiabladamente rápido lo que produce un vértigo que nos acompleja a todos; los límites que hemos alcanzado son tan desconocidos que no nos permiten ver, con relativa claridad, hacía donde vamos.

Me dices que otra de tus preocupaciones es el del bajo nivel social en que nos estamos moviéndonos, como si hubiéramos perdido nuestra sensibilidad.
Sí, nos falta lo que ya hemos comentado, humanizarnos; existen situaciones tan injustas que deberían desaparecer de inmediato, los desahucios a familias que han sido víctimas de una crisis galopante estremece a cualquiera, situación esta que no es la única, porque también el paro es agobiante, la "apisonadora" ha provocado una situación inimaginable y que deseo desaparezca lo más rápidamente posible.

En Menorca lo que antaño eran las fuentes tradicionales de riqueza han ido desapareciendo, hoy solo los más audaces sobreviven, situación que nos ha llevado a apostar por el turismo. ¿En qué condiciones darías el sí sincero al turismo?
A aquel turismo que respetase a la Isla, que fuese consciente de nuestros valores y que entendiera lo que Menorca es, en lo cultural, en lo histórico y en lo social; también exigiría una mentalidad de trabajo que se identificara con nuestra idiosincrasia, dispuesta a sumar y no a restar; un turismo que sobretodo fuera beneficioso para todos los menorquines.

Recientemente hemos vivido días de tremenda angustia por el sempiterno problema de la zona de Gaza, el enfrentamiento que palestinos e Israel han convertido en una "pesadilla", con un sinfín de víctimas colaterales. ¿Crees que la actual tregua será una más, o la definitiva?
Volveré a decirte que desearía fuese la definitiva pero tengo mis dudas, no solo por la historia anterior, vivida y revivida mil veces, sino también porque creo que no están por la labor, ni por el compartir.

¿A qué le temes? ¿A la soledad? ¿Al desamor?
Sobre todo a la pérdida de mis facultades, a dejar de ser un ser con voluntad propia y convertirme en "algo" carente de ilusión; al no poder cantar ni hacer todos aquellas cosas que me atraen; la soledad o el desamor son factores que encierran un cierto grado de inquietud pero dejar de ser tú y tus circunstancias, creo que es todavía peor.

La música, ¿qué ha significado para ti?
Ha sido y es mi amiga y mi confidente, sin ella me sentiría vacía… Cuando falleció mi madre, de esto no hace mucho, no podía cantar, quedé totalmente anonadada hasta el extremo de tener que suspender un concierto que tenía programado en Maó, afortunadamente por ella, por mi madre, y por mí misma reaccioné y volví a cantar.

Concierto que ofrecerás próximamente, ¿cierto?
Del todo, era de obligado cumplimiento una vez repuesta del "meu enfonsament momentani"; será el día 18 de enero del 2013, un día después de la Diada de Sant Antoni, en el teatro del Orfeón Mahonés, y estaré acompañada por Nicolau Espinós, Lluís Gener, Violant Menorca y Marius Pelegrí.

Te olvidas de…
Guiem Soldevila que es en realidad el productor y máximo colaborador.

De empezar de nuevo, ¿corregirías muchas de las cosas que hiciste?
Algunas pequeñas cosas es posible que las corrigiera pero no muchas, porque vivir implica aceptar aquellos errores que vas cometiendo.

Aprendiste a amar, aprendiste a ser y con tu guitarra y tu música has ido haciendo camino.
Un camino con sus inquietudes y recelos pero lleno de felicidad.

Aprovecharé tus palabras para decir simplemente que "quién da, recibe". Y a la vida, ¿qué le pides?
Sobre todo salud y que nos humanicemos y aprendamos a "estimar la vida".

Vivir pura y llanamente con la máxima intensidad posible.