Fundació. La patrona saliente, Esperança Pons, siempre se ha mostrado próxima a Mercè Rubió - Archivo

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Esperança Pons ha presentado su renuncia a continuar en el cargo como patrona de la Fundació Rubió Tudurí Andrómaco por discrepancias con los criterios que rigen la entidad. Pons formalizó su dimisión el martes, ante el presidente de la fundación, Josep Maria Quintana, que ayer no pudo ser localizado para opinar sobre la renuncia de la que ha sido patrona.

"Tomo la decisión plenamente convencida de que es la correcta ya que no comparto los criterios que marcan las actuaciones de la Fundació", asegura. Esperança Pons, ex presidenta del Cercle Artístic (2003-08), esgrime que "ingresé como patrona en el 2008 con la ilusión de formar parte de un nuevo proyecto cultural en nuestra isla, el cual, al menos para mí, se ha visto desdibujado y diluido en las salas de los Juzgados".

Entre sus argumentaciones, se refiere al recuerdo de que "fue justo terminaba mi trayectoria de presidenta del Cercle Artístic de Ciutadella cuando se me brindó este cargo que acepté entusiasmada porque se vislumbraba un nuevo camino en el mundo de la gestión cultural". No obstante, incide en que "lamentablemente no ha sido así".

Esperança Pons explica que de esta etapa como patrona de la fundación "me llevo suficientes malos recuerdos: desacuerdos, peleas, denuncias, pleitos y disgustos. Cuando entré en la Fundació Rubió no podía imaginar que sucederían cosas como éstas. Y ya basta".

La patrona saliente señala que "ya he tenido bastante. Me he cansado. Muchas veces me he avergonzado de formar parte de una fundación en que la mayoría de veces sale en prensa por los escándalos de los desacuerdos entre los patronos, y creo, por tanto, que es hora de partir". Aprovecha su salida para "animar al presidente y a los patronos para que luchen para fomentar y desarrollar la cultura de Menorca. Deseo que hagan de la cultura su estandarte y lo hagan conscientes del significado y trascendencia de sus decisiones y sus actos".