El delegado de Educación, Julián Hernández, achacó ayer las inundaciones del polideportivo del IES Pasqual Calbó i Caldes de Maó a la falta de mantenimiento de las instalaciones por parte del centro docente. "Es lamentable que un edificio que se inauguró en 2004 se encuentre en estas condiciones", subrayó el responsable de la Conselleria, quien remarcó que las malas hierbas crecen sin control en las canalizaciones, obstruyendo de este modo los desagües. Por ello, afirma, el polideportivo se llena de agua cuando llueve, lo que ha dado lugar ha diversos desperfectos en el espacio.
Precisamente en las últimas semanas, la dirección del centro se ha visto obligada a suspender las clases de Educación Física en el polideportivo al considerar que la presencia de grandes charcos suponía un riesgo para la integridad física de los alumnos.
Hernández asegura que tenía conocimiento de esta problemática desde finales del pasado mes de octubre, cuando el director del 'Pasqual Calbó', Rafael Andreu, envió un escrito a la Conselleria a través del que hacía partícipe al responsable de Educación del mal estado de la instalación y solicitaba una revisión de la misma.
El delegado reenvió este documento a la Dirección General de Planificación, Inspección e Infraestructuras Educativas del Govern, así como al Instituto de Infraestructuras y Servicios Educativos y Culturales (IBISEC).
Del mismo modo, un profesor de Educación Física del centro docente visitó a Hernández a finales de noviembre con el fin de transmitir de primera mano la situación que se vivía en el polideportivo, agravada por las últimas precipitaciones. Este encuentro puso en alerta a Hernández, quien finalmente el pasado martes se personó en el centro acompañado por el arquitecto y el aparejador del IBISEC.
Los técnicos revisaron las instalaciones y está previsto que elaboren un informe sobre el estado del edifico. Sin embargo, Hernández señaló que, la primera impresión de los responsables del IBISEC es que las inundaciones tienen su origen en la falta de mantenimiento de las canalizaciones.
No obstante, el delegado de Educación reconoció que la responsabilidad de haber llegado hasta este punto no es exclusivamente del centro educativo. En esta línea, consideró que la Conselleria debería dedicar parte de su presupuesto a subvencionar las labores de mantenimiento de las infraestructuras educativas. "Debería haber una diferenciación entre los recursos necesarios para el mantenimiento de los edificios y para la compra de material didáctico", precisó. Lamentablemente, Hernández admitió que la falta de presupuesto dificulta esta opción.
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