Autoridad Portuaria de Balears (APB) estudia sacar a concurso la gestión de parte de los amarres localizados entre los muelles de Llevant y Ponent, en la ribera sur del puerto de Maó. Concretamente, la propuesta afectaría a los seis tramos que discurren entre Sa Colàrsega y la Sirenita y que, actualmente, alberga cerca de 330 amarres.
Todo apunta a que los primeros movimientos se producirían antes del inicio de la próxima temporada, lo que no quiere decir que el proyecto se acometa íntegramente en los próximos meses ya que, según ha podido saber este diario, APB optaría por convocar hasta seis concursos, uno por cada tramo. "El monopolio no es interesante" por los efectos que, principalmente, pudiera tener sobre la política de precios, señalan fuentes consultadas.
Con esta decisión, comentada ayer en la reunión del Consejo de Navegación y Puerto celebrada en Maó, el organismo que preside José María Urrutia conseguiría traspasar a manos privadas los puntos de atraque que todavía hoy son de gestión directa para, de esta manera, romper con el estatismo (muchos amarres pertenecientes a particulares permanecen vacíos por tiempo prolongado) y favorecer la movilidad de las embarcaciones, generando así nuevos espacios y maximizando su rendimiento.
Pero, además, esta operación iría acompañada por una reordenación de los amarres, que pasaría por un mejor aprovechamiento de la lámina, con el objetivo de incrementar su número hasta llegar, aproximadamente, a los 400. Según fuentes del sector náutico, esta intervención se asemejaría a las efectuadas por el Consell y las asociaciones de amarristas en Es Grau y Es Canutells.
Con esta iniciativa, Autoridad Portuaria daría una "solución coherente" a uno de los problemas que más urge resolver en opinión de las empresas náuticas: la disponibilidad de amarres para embarcaciones de pequeña eslora. No sería la única, pero sí la más inmediata.
Sobre la mesa sigue estando presente el proyecto para la construcción de una pasarela que conecte Cala Figuera y Es Castell, permitiendo, de este modo, la creación de un paseo marítimo y de nuevos amarres para embarcaciones de entre diez y doce metros de eslora. Ésta, sin embargo, es un propuesta a medio o largo plazo que comparten el sector náutico y el Ayuntamiento de Es Castell y que todavía no ha sido tomada en consideración por el ente que gestiona el puerto de Maó.
Por otra parte, Urrutia anunció ayer que en los próximos días de procederá a transferir la gestión de los amarres de S'Altra Banda, actualmente en manos de OCIBAR, a la única empresa que se ha presentado al concurso, Náutica Menorquina, a la espera de que se complete el proceso de adjudicación.
Maó pide un remolcador que asegure la llegada de cruceros
La alcaldesa Águeda Reynés planteó ayer al presidente de Autoridad Portuaria la necesidad de contar con un servicio adecuado de remolque en el puerto de Maó que dé cobertura a la llegada de cruceros de media eslora de cara al año que viene.
Al término de la reunión, la edil recordó que el crecimiento de escalas previsto para el 2013, cifrado en un 30 por ciento, podría peligrar en caso de que no se consiga solucionar la precariedad que arrastra el puerto en lo que respecta a este servicio.
Actualmente, las embarcaciones que precisan de remolque, como es el caso de los cruceros y los petroleros, contratan este servicio fuera, generalmente en Palma, con el consiguiente incremento del coste que ello implica.
"Sabemos que es un servicio caro pero tenemos la obligación de encontrar la mejor solución para asegurar la llegada de cruceros de media eslora; es lo primero que nos remarcan los consignatarios", señaló Reynés.
Varadero
Uno de los puntos más candentes de la reunión de ayer fue la gestión del varadero en el Cós Nou. Tanto los empresarios como el Ayuntamiento de Maó urgieron a Urrutia a proceder ya a la adjudicación definitiva del concurso a Pedro's Boat Centre y, a la vez, buscar la fórmula para mantener el servicio de travelift hasta que se construya el nuevo. Cabe recordar que la instalación actual no cumple con los requisitos establecidos en las cláusulas del concurso por lo que, tarde o temprano, la empresa menorquina deberá proceder a su desmontaje.
Inversiones
El presidente de Autoridad Portuaria anunció ayer la próxima instalación de un duque de alba en la zona de la Estación Marítima para permitir el atraque de buques de hasta 240 metros de eslora. De hecho, con esta inversión, cuantificada en 1,5 millones de euros, podrían llegar a atracar en este punto dos barcos a la vez. Además, con la ejecución del dragado, obra que se licitará en breve por 2,1 millo-nes y para la que la APB cuenta ya con todas las autorizaciones pertinentes, se aporta mayor seguridad a la maniobrabilidad de estos buques.
Cala Figuera
La empresa CLH ha confirmado al Ayuntamiento de Maó que los trabajos de descontaminación del solar que ocupaba en Cala Figuera se desarrollarán a lo largo del año que viene, por lo que el debate en torno a los usos de este emplazamiento del puerto se prolongará unos meses más. De hecho, en estos momentos no hay una idea clara de cómo reconvertir esta zona. Prueba de ello son las múltiples propuestas planteadas, desde el puerto deportivo, a los usos comerciales y de restauración, pasando por el hotelero u otros de carácter lúdico. Eso sí, el Ayuntamiento tiene claro que defenderá la convivencia del uso resultante con las viviendas existentes.
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