Javier López-Cerón es desde ayer el nuevo director insular de la Administración General del Estado en Menorca. En el acto de toma de posesión, celebrado en la sede de la Delegación de Gobierno en Maó, se dieron cita destacadas personalidades del ámbito civil y militar de la sociedad menorquina, entre las cuales se echó en falta al presidente del Consell, Santiago Tadeo, y a la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés.
Arropado por la delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, la consellera Pilar Pons Faner y la concejala Elisa Mus, López-Cerón juró su cargo invocando la fórmula con la que ingresó hace más de tres décadas en la Armada: "Me comprometí a obedecer al Rey y a mis superiores, defender la soberanía y la independencia de la patria, su unidad e integridad territorial y el ordenamiento constitucional". De su larga trayectoria en el Ejército, el recién nombrado director insular destacó la experiencia "tanto en la toma de decisiones como en la gestión de recursos humanos y materiales", un bagaje que confía poder aplicar a lo largo de esta "nueva etapa" profesional.
"Un menorquín más"
"Espero ser recordado, pese a mi condición de 'foraster', como un menorquín más. Yo al menos me considero un menorquín de adopción". Con estas palabras, Javier López-Cerón quiso sintetizar su apego a Menorca, donde reside desde que en 2009 fuera designado comandante de la Base Naval de Maó. "Estos años me han permitido apreciar lo extraordinario de esta isla: su gente emprendedora y defensora de su tierra, orgullosa de su cultura y sus costumbres" a quienes prometió "lealtad y compromiso". López-Cerón, originario de Cartagena, tuvo un gesto de proximidad y, en cierto modo, de pertenencia al pronunciar las últimas palabras en catalán.
En su alocución tuvo también un recuerdo especial hacia sus padres de los que dijo haber aprendido "la educación y el respeto a los demás, pilares fundamentales en las relaciones personales y sobre los que se debe ejercer cualquier tipo de cargo y función en nuestra vida".
Primeros contactos
A partir de mañana, el nuevo director insular de la Administración General del Estado iniciará una ronda de contactos que incluirá, en primer lugar, a los representantes de las fuerzas de seguridad del Estado con quienes abordará los temas más destacados sobre seguridad y orden público. Seguidamente, mantendrá las reuniones correspondientes con los ayuntamientos y el Consell de Menorca "para que expresen de viva voz sus preocupaciones y necesidades".
López-Cerón entiende que uno de los asuntos prioritarios para Menorca sigue siendo, sin lugar a dudas, el transporte aéreo, razón por la que asegura que ocupará un lugar destacado en su agenda. "Sé que es un problema de difícil solución pero también es cierto que se han tendido puentes para intentar solucionarlo", comentó al tiempo que se comprometió a aportar su "granito de arena". Para este y otros temas estratégicos, el nuevo representante del Gobierno en la Isla recetó unidad y colaboración.
Currículo
Javier López-Cerón nació en Cartagena en 1958 y estudió Enseñanza Superior Militar en la Escuela Naval Militar desde 1979 a 1984. Diplomado en Aptitud de Seguridad Interior por el Centro de Seguridad Interior de la Armada en 1985, su formación incluye un máster en Gestión Medioambiental y otro en Protocolo. Es capitán de fragata de la Escuela Superior de Oficiales del Cuerpo General de la Armada y desde junio de 2009 hasta hoy desempeñaba el cargo de comandante de la Base Naval de Maó.
Teresa Palmer agradece la labor desempeñada por Antoni Juaneda
La delegada del Gobierno en Balears, Teresa Palmer, inició su intervención con unas palabras de agradecimiento para el anterior director insular Antoni Juaneda quien, a finales de octubre, renunció a su cargo tras ser imputado en el caso Over Marketing. "Antepuso los intereses de la institución a los personales, un gesto que sin duda le honra", apuntó al respecto Palmer.
De Javier López-Cerón valoró su "dilatada experiencia durante más de treinta años en la Armada", lo que consideró "un magnífico aval" para desempeñar el cargo actual. A su vez destacó "el componente de lealtad y compromiso" que, a su entender, va aparejado a su trayectoria como militar.
Por último, aconsejó al nuevo inquilino del edificio de la plaza Miranda una buena dosis de "confianza, convicción y, sobre todo, trabajo, trabajo y trabajo" para encarar la dura situación actual.
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