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Especialistas militares del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) del Ejército de Tierra se trasladarán a Menorca a finales de este mes o, como máximo, a principios de febrero, para realizar la valoración táctica del campo de tiro de San Isidro, lo que permitirá abrir finalmente la instalación que debe sustituir el campo de Els Freus, ubicado junto a la fortaleza de La Mola. Así lo anunció ayer el comandante general de Balears, Adolfo Orozco López, durante la celebración de la Pascua Militar que tuvo lugar en el Salón del Trono del Palacio de Isabel II de Maó.

Orozco precisó que, tras la construcción del campo de tiro de San Isidro en 2011 por parte de la Unidad de Ingenieros de la Comandancia General de Balears, con el apoyo del III Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), las instalaciones debían ser aprobados tanto desde el punto de vista técnico como táctico. Mientras la certificación técnica ya fue llevada a cabo por especialistas e ingenieros del Ejército, la validación táctica todavía está pendiente, aunque solicitada, tal y como indicó el comandante general, quien garantizó que la valoración se llevará a cabo durante los dos primeros meses de este nuevo año. "En cuanto el campo sea validado abriremos las instalaciones", señaló.

Durante su alocución, Orozco también hizo hincapié en la aplicación del convenio alcanzado entre el Ministerio de Defensa y Autoridad Portuaria de Balears que, según subrayó, permitió el atraque de once petroleros y tres cruceros en la Estación Naval durante el pasado año. "Este acuerdo ha supuesto que el puerto de Maó gane metros lineales de atraque y, por tanto, que pueda acoger varios cruceros durante la misma jornada y multiplicar así el número de turistas que llegan a la Isla", apuntó.

ACTO
El comandante general de Balears presidió el acto oficial de conmemoración de la reconquista de Menorca por parte de las tropas españolas al mano del Duque de Crillón en 1782. No faltaron a la cita las máximas autoridades de la Isla, entre ellas el presidente del Consell, Santiago Tadeo; el conseller de Administraciones Públicas del Govern, Simón Gornés; el diputado Juan Carlos Grau; el nuevo director insular de la Administración General del Estado, Javier López-Cerón; los alcaldes de la Isla (con la única excepción del primer edil de Sant Lluís, Cristóbal Coll), y los diputados socialistas Joana Barceló y Guillem García Gasulla.

Como ya es tradicional, Orozco realizó durante su discurso un balance de los logros alcanzados durante el año por la guarnición de Balears, entre los que destacó la participación de las unidades del archipiélago en los conflictos del Líbano y Afganistán. Por otro lado, el comandante general admitió que los ajustados presupuestos para 2013 obligarán a establecer prioridades, aunque mostró su compromiso de mantener la presencia activa de unidades en Mallorca, Menorca, Eivissa y Cabrera y, si los recursos lo permiten, también en Formentera. En esta línea, Orozco aprovechó la ocasión para recalcar el sensible incremento de las tropas en la Isla durante el pasado año. En concreto, el comandante general se mostró satisfecho por el hecho de haber podido incrementar la periodicidad de los traslados a Menorca de las unidades del regimiento de Palma. A día de hoy, entre 50 y 150 militares, se desplazan cada mes a la Base de San Isidro, precisó.

"Entre mis objetivos está el de mantener las unidades de guarnición de Balears y, siempre que pueda, aumentarlas", aseguró tras reconocer que su obsesión durante 2013 será la optimización de los recursos económicos. Sin embargo, Orozco no quiso dejar pasar la oportunidad para lanzar un mensaje de optimismo:

"Los soldados estamos acostumbrados a vencer dificultades. No existe situación, por difícil que parezca, que no pueda ser superada por esta raza de mujeres y hombres que han sido capaces de escribir tantas paginas de gloria para nuestra patria", concluyó tras recordar a los soldados y marineros que han pasado las fiestas navideñas lejos de sus familias, así como a los fallecidos y heridos durante el año pasado.

El acto finalizó con un brindis entre los presentes, al que siguió un aperitivo. Ya fuera de micrófono y preguntado por los periodistas, el comandante militar declinó valorar el nombramiento del comandante de la Base Naval como director insular de la Administración General del Estado, aunque consideró que el hecho de que un militar ocupe un cargo de estas características supone "un reconocimiento a la capacidad profesional de nuestros oficiales".