Conferenciante. El profesor de Historia disertará mañana en la sede del Consell de Menorca - Jaume Fiol

TW
0

José Luis Terrón Ponce (Maó, 1945) ofrecerá la conferencia de Sant Antoni en el acto institucional del Consell de Menorca, mañana, a las 18 horas. Es doctor en Historia por la UIB, miembro fundador del IME, perteneciente a la sección de Historia, y ha ejercido la docencia durante años como profesor de Bachillerato en la enseñanza privada. Actualmente es conferenciante y articulista. Nos habla sobre el significado de Sant Antoni y de la Menorca actual.

¿Qué significa para usted la festividad de Sant Antoni en Menorca?
La conmemoración de la llegada de uno de los pueblos que habitaron Menorca y que es el que más ha cuajado.

¿Nos puede resumir hacia dónde enfoca su disertación en la conferencia de mañana jueves en el Consell de Menorca?
Consistirá en una reflexión sobre cuatro puntos principales: la significación del 17 de Gener; que es para mí el "Poble de Menorca". También daré unas pinceladas de historia que den contenido a la reflexión anterior. Y por último, pensando en el presente y en ese futuro, que si bien no existe, conviene prever, haré mención de nuestro patrimonio cultural, su defensa y aplicación.

¿Cómo ve o interpreta usted la identidad menorquina en la actualidad?
Como una cultura de origen judeocristiano y grecolatino, es decir europea, aunque, eso sí, europea del sur, mediterránea.

¿Hacia dónde nos dirigimos los menorquines, política, cultural y económicamente?
Decía el profesor Pierre Vilar que la Historia va por donde va, impulsada por fuerzas que no permiten que ésta se detenga y el que lo intenta fracasa siempre. De lo dicho, corte usted por donde quiera.

La festividad de Sant Antoni nos recuerda nuestro pasado, nuestro origen como pueblo. Y así lo reflejan muchos discursos políticos durante estos días. Pero ¿no cree que son reivindicaciones vacías que luego no trascienden a la realidad?
La festividad de Sant Antoni recuerda el origen de uno de nuestros pueblos. En Menorca habitaron muchos pueblos. La Isla siempre fue crisol y lo sigue siendo. No tiene usted más que acercarse por las aulas de nuestros colegios e institutos, donde niños de numerosas razas se comunican sin ningún problema. Son puros, por lo menos mientras no los contaminen unos u otros. Somos los mayores los que siempre andamos a la greña. A veces parecemos imbéciles.

¿Qué paso entiende que tiene que dar Menorca ahora mismo?
Abrir las ventanas y que entre el aire, si es la tramontana mejor, limpia la atmósfera.

¿Cree que nuestra isla está discriminada por instancias superiores?
Si dijera lo contrario mentiría como un bellaco.

¿Cuál sería, según usted, el mejor encaje para nuestra isla?
Que nos dejáramos de chorraditas y empezáramos a caminar juntos. ¡Ojo! juntos pero no revueltos.

¿Qué les falta a los políticos menorquines que ejercen aquí y a los que nos representan fuera?
De todo.

¿Cree usted en el derecho a decidir de los pueblos? ¿Menorca debería tomar más decisiones sobre sus asuntos?
Sí, todo pueblo tiene derecho a decidir su destino, pero claro, imagínese que mañana Llucmaçanes pide la independencia. Un lío ¿no?

Antes de terminar ¿querría usted decir algo más?
Sí, que mis palabras en esta entrevista y las que pronunciaré en la conferencia son exclusivamente a título personal y de las que yo soy el único responsable, no provienen de consigna alguna, de nada ni de nadie. De todas maneras creo que se nota.