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Los hermanos Borrás-Anglada no solo han sido un referente en el mundo de la restauración en Menorca, sino también en otras "disciplinas", principalmente en el mundo del arte, de la gastronomía e incluso en el de la política; por ello es del todo lógico que "la mitad más uno" hayan aparecido en este espacio; hoy el entrevistado es Antonio Borrás Anglada, que con más de 80 óperas interpretadas, acertó a conciliar trabajo y "pasión".

Nadamos casi en las mismas aguas, soy algo mayor que usted, por ello recuerdo sus primeras vivencias, sin embargo no recuerdo donde inició su aprendizaje escolar. ¿Cuál fue su primer colegio?
A Ca'n Fontirroig, ubicado en el edificio que hoy está instalada la Casa de la Iglesia; de allí pasé a la Academia Covadonga, regentada por un maestro excepcional, don Jorge Sans Seguí, en Deleuze, cerrando este capítulo en Sa Graduada, el colegio Primo de Ribera.

Y…
A los 14 años empecé a trabajar porque en mi casa no había paga si no te la ganabas; además eran años difíciles que exigían el compromiso de todos y yo, al igual que el resto de mis hermanos (ellos y ellas) tuve que arrimar el hombro.

Hotel Sevilla, Alcaulfar, "Rocamar" son jalones de un trabajo que la familia llevó a cabo. ¿Cierto?
Del todo; regentando el Hotel Sevilla aceptamos hacernos cargo del nuevo establecimiento hotelero Alcaufar, mi padre y mi tío Sindo montaron una sociedad y ambos trabajaban en ambos "frentes"; trabajo muy complejo e intenso que tras un periodo más o menos largo de tiempo dejamos; aunque "cambiamos" Alcalfar por el puerto de Mahón.

Rocamar, un eslabón realmente importante.
Si; sobre el año 56 iniciamos la "aventura" del Rocamar, restaurante que abrimos en régimen de alquiler hasta que dos o tres años después lo compramos a don Vicente Andreu, situación ésta que nos abrió otras posibilidades; ampliamos el número de habitaciones en la residencia anexa y trasladamos el restaurante al piso de arriba que ofrecía unas impresionante vistas del puerto; fue un cambio a mejor hasta el extremo de instalar un ascensor, de los primeros que se instalaron en la Isla, creo recordar que solo la Residencia Sanitaria (Hospital "Verge del Toro") contaba con este avanzado servicio.
Mejoras "físicas" pero manteniendo la calidad de que siempre habíais hecho gala.
Si, quisimos que fuera un restaurante de lujo, de referencia en Mahón; además todos los hermanos, excepto Paco que se dedicó a la electricidad, y María, que tomó otros derroteros, el resto nos involucramos en el negocio, José se convirtió en el "jefe de cocina" y yo asumí la parte de relaciones públicas y director del comedor.

Formaban una auténtica piña, hasta que a la muerte de su padre se convirtieron en sociedad.
En la que participábamos todos los hermanos, hasta que al cabo de unos años yo les compré su parte y mediante una nueva sociedad formada por mi mujer, mi hijo y yo mismo seguimos explotando el negocio, hasta que sonó la bocina y entendimos que era el momento oportuno para vender, y así lo hicimos.

Momento estratégicamente oportuno y "liberación" de un trabajo muy duro.
Efectivamente, creí que debía disfrutar un poco más de la vida, no seguir a pie de obra en un trabajo que por las exigencias lógicas que entraña, especialmente de horario, obligaba a algún que otro sacrificio personal.

Entre una cosa y otra, me refiero a la etapa de su juventud, le recuerdo como jugador unionista, jugador de rompe y rasga.
Sí, el fútbol siempre ha sido una de mis debilidades y empecé a jugar en la Unión; recuerdo que por aquel entonces, Valero, entrenador del primer equipo también entrenaba al segundo, el de los "suplentes" y yo iba haciendo, sin embargo rompí esta dinámica cuanto tuve la oportunidad de dedicarme al canto, a la ópera.

¿Cómo ocurrió?
Yo cantaba en el coro del Orfeón Mahonés y estando cumpliendo la "mili", con motivo de la celebración del 150 aniversario del Teatre Principal se organizó la puesta en escena de la ópera "Rigoletto", con cantantes y director peninsulares… Fausto Granero, Bofíll, una soprano catalana, Canut Sabat y varios más; todos se hospedaban en el Hotel Sevilla, en cuyo salón principal teníamos instalado un piano por lo que los cantantes, en una época de mucho frío y pocas comodidades, pidieron al director ensayar en el hotel, y así lo hicieron y sucedió lo imprevisto, el bajo enfermó. En aquellos tiempos contratar a un "suplente" que viniera de Barcelona era todo un problema y no se quería suspender la función y fue entonces cuando mi padre le dijo al director que yo acababa de cantar dicha ópera en versión de concierto, y que me sabía el papel; la siguiente secuencia puede adivinarse; prueba, ensayos escénicos y demás y como yo siempre he sido un "lanzado" debuté, con 21 años, con una ópera que siempre he considerado especial.

Y siguió haciendo camino.
Así ocurrió; afortunadamente tuve junto a mí a Diego Monjo (padre) que me abrió las puertas del Liceo en donde estuve actuando durante 28 años a razón de unas 14 o 15 óperas por temporada.

Trabajo y cantar, que exige un gran esfuerzo, debía ser difícil de conciliar.
Lo era pero siempre conté, y esto quiero remarcarlo, con el apoyo de mis hermanos que me suplían en mis ausencias y me permitían cumplir con mis contratos; de hecho era un "ayuda" mutua porque mis actuaciones eran un reclamo externo para el restaurante.

¿Con qué obra debutó en el Liceo?
Con "Canigó", una obra del maestro Massana, en la que tuve la suerte de cantar con el barítono Manuel Ausense. En aquellos años y en el Liceo se ofrecían tres funciones de cada obra, pero debido al éxito de "Canigó" se programó una cuarta representación; además y en aquellas mismas fechas canté "Il Trovatore". Las puertas del mundo operístico, tras el debut en el coliseo catalán, se le abrieron de par en par, dándome la oportunidad de cantar en casi todos los teatros de España, incluso en París, en donde actué en un concierto, y en Londres.

Amics de s'Òpera, un hito importantísimo y un historial de fábula.
¡Y qué lo diga! De lo que me satisface poder decir que fui cofundador junto a Rafael Timoner, en aquel momento alcalde de Mahón y mi propio padre; luego, cuando la sociedad fue tomando forma seguí siendo vocal de la misma y el encargado, durante bastantes años, de formalizar los contratos con los cantantes que por la amistad que existía entre nosotros se desplazaban a un precio más rebajado, diré que venían a razón de dos funciones al precio de una.

Joan Pons, el barítono ciutadellenc, Protagonista de la Vida Menorquina 2012, Premio en Actividades Culturales, y que gracias a su espléndida voz, ha hecho país. ¿Creía que llegaría hasta donde ha llegado?
Sí, su voz siempre fue extraordinaria y su plena dedicación a la ópera ha hecho el resto; un punto más a su favor es que actuando, en escena posee una gran visión de cuanto ocurre, visión amplia e inteligente y, si esto fuera poco debo añadir que es "un gran amic i company".

Con el que, en breve, tiene una cita en este mismo local, El Club Marítimo de Mahón.
Si, el día 5 de marzo próximo ofreceremos los dos una charla que versará sobre algunas de nuestras vivencias y experiencias.

¿Cuáles son sus mejores recuerdos; lógicamente solo algunos de ellos?
Muchos ya que representé más de 80 óperas, sin embargo de "Marutxa", una de las primeras obras que representé, guardo un inolvidable recuerdo, incluso la tengo grabada en video; me identifico plenamente con "La Bohème" y con "Rigoletto"; pero a pesar de ello recuerdo con íntima satisfacción el hecho de que mi primer profesor de canto fue mi hermano José, del que siempre he pensado que con más volumen de voz o más potencia hubiera "fet carrera".

¿Tuvo la oportunidad de convertirse en cantante profesional?
Sí; tuve la suerte de entrar en contacto con el grupo de Montserrat Caballé y su hermano Carlos me propuso varias veces convertirme en profesional porque, me decía, que combinar trabajo y ópera era muy complicado, sin embargo preferí seguir en el "Rocamar" porque tal como decían mis hermanos yo era la "imagen" del restaurante, que la gente me conocía sobre todo a mí y, tanto por ellos como por mis hijos y yo mismo preferí seguir en mi oficio, la restauración.

Hoy la situación es extremadamente crítica pero también lo fue para las generaciones de la posguerra. ¿Qué diferencias apuntaría entre ambas situaciones?
La primera fue pésima, y no digamos la actual. De la pasada todavía recuerdo la "cartilla de racionamiento" que se utilizaba cuando ibas a comprar el pan, aceite y otros productos, pero había determinadas razones para tal situación; acabábamos de salir de una guerra y todo escaseaba, sin embargo los motivos de la actual crisis son otros, dejadez, negligencia e incluso los manidos "intereses creados", lo dicho, dos situaciones críticas pero con motivos diferentes.

A su modo de ver, ¿qué le falta a Menorca para despegar?
Abrirse; existen demasiadas pegas en cuestiones realmente importantes, todavía hoy hay gente que no acepta el turismo, o que pone trabas a todo aquello que puede provocar un cambio a mejor para todos los menorquines, mentalidad obsoleta y que espero cambiará.

El Hotel Sevilla fue un referente, también lo fue el Rocamar; los hermanos Borrás Anglada, ¿han perdido la ilusión por la restauración?
No, lo que ocurre es que todos estamos retirados; en lo que a mí respeta mis hijos no quisieron seguir en el negocio, sobre todo a causa de los horarios que la restauración "soporta"; tras la venta del Rocamar sentí una cierta sensación de vació, de "mono" pero reaccioné al comprender lo que me había perdido y pude recobrar algunas de mis actividades que había dejado; ahora puedo cuidar de mi familia, de mis amigos y otras cosas, como el placer de viajar.

¿El suyo es un oficio excesivamente duro?
Sí, mucho más de lo que se cree; horario, días festivos que no puedes estar con la familia e incluso morderte la lengua en más de una situación.

¿Sigue siendo un forofo del fútbol?
Lo sigo siendo y al mil por cien, pero del buen fútbol, por ello actualmente sigo al Barça que está ofreciendo un fútbol de una calidad tal como nunca habíamos soñado; también veo los partidos del Real Madrid y casi toda la oferta televisiva; dejé de asistir a los partidos en vivo, los de aquí, porque la calidad no es la que era, sin embargo las circunstancias son las que son e imponen su ley.

Volvamos a la ópera. ¿Autores preferidos?
Toda la ópera me gusta, sin embargo tengo a mis compositores predilectos, Verdi abre la lista, luego están Puccini, Donizetti; Rossini y un largo etcétera.

Y obras, ¿cuáles elegimos?
"La Bohème" ocupa la cartelera, para mí es un ópera sublime; "Don Carlo", "Rigoletto", "Il Trovatore" y otras muchas, muchísimas.

Una ópera especial con un cartel de lujo, ¿una de Verdi?
No de Verdi no, aunque para mí es uno de los compositores de "cinco estrellas", la elegida es "La Bohème" de Puccini otra autor excelente; y en el elenco estarían Pavarotti, Montserrat Caballé, Vicente Sardinero y …

Apuntaré yo el nombre del bajo, Antonio Borras.
Para mi representaría el mejor sueño de mi vida, pero hay otros bajos de un primerísimo nivel; elegirme a mí sería abusar del cariño de la gente de la ópera que siempre me demostró su afecto.

Y a Amics de s'Òpera, ¿qué puntuación le daría?
Un diez, porque la labor que han ido realizando y realizan es de "cum laude"; hay muchas ciudades españolas, incluso capitales de provincia, que nos miran con envidia por cuanto se viene haciendo aquí en Menorca por y para la ópera, un ejemplo que debe estimularnos a todos.

¿Qué le ha dado la restauración, el oficio "madre" de los hermanos Borras Anglada, y la ópera, herencia directa de su padre el recordado "Damià del Sevilla"?
Muchas cosas, yo diría que todas buenas, y hoy que disfruto de la tranquilidad que te proporciona el "reposo del guerrero", puedo afirmar que sobre todo mi mejor recompensa es la cantidad de amigos que he ido cosechando, en ocasiones sin darme cuenta de ello, pero ahí están dispuestos a echarme una mano si ello fuera fuese necesario.

¿Sigue practicando, en "do menor", el tenis?
Sigo en ello, dos veces por semana practico el tenis aunque sin la intensidad de Nadal, pero me mantengo "responsablemente" en forma, sin forzar la "máquina" pero sin vegetar.

Recta final. ¿Qué carencias constata de Mahón?
Al igual que a Menorca, Mahón necesita abrirse a la modernidad; al hoy; al turismo, pongamos por ejemplo, hay que darle algo más que "sol y playas", festivales de calidad y otras muchas cosas, abrirse a la realidad y enseñar todo cuanto la ciudad atesora, sin olvidarnos ni de la cultura, ni de la música, la pintura o cualquier otro modalidad artística, sembrar para luego recoger.

¿Y al puerto?
Sobre todo, y en primer lugar, más servicios; mayor vigilancia sobre los amarres y abaratar las tarifas; en este aspecto puedo asegurar que son los más caros en nuestro entorno, nacional e internacional, y las prestaciones son menores, rectificar es de sabios y nosotros deberíamos hacerlo… Otra cuestión prioritaria es la de devolver al Club Marítimo la gestión de los amarres que antaño ejercía, tengo por seguro que de asumirla de nuevo, mejoraría todo cuanto se ésta haciendo en estE apartado.

Mejorar, abrirse y no parar.
Sí, pero haciéndolo todo con la máxima ilusión, con sensatez y con visión de futuro.

Acabamos de "encetar" un nuevo año. ¿Qué le pidió al 2013?
Salud y que todo mejore no solo para mi y mi entorno sino para todos.

¿Menos paro, menos desahucios, menos sacrificios?
Efectivamente, para ir recuperando parte de lo que en su día supimos crear.

Y a la vida, con esta apariencia de chaval, ¿qué le pide?
Mantenerme en el status, especialmente de salud, que llevo y que las mejoras que deseo se hagan extensibles a todos. Seguir buscando sin pausas un futuro mejor para compartir.