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Un técnico de la empresa italiana Boat Lift inició ayer el desmontaje del travelift del varadero de Maó, que había instalado la empresa Pedro's Boat, con capacidad para sacar del mar grandes barcas de hasta 130 toneladas. De esta forma, el puerto pierde un servicio básico que obligará al menos a doce grandes embarcaciones de pesca y de rutas turísticas a buscar otros puertos para su revisión anual.

Las patronales, ASMEN y APEAM, plantearon a Autoridad Portuaria, en el último Consejo de Navegación, la necesidad de mantener la grúa. A esta petición se unió la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés. Finalmente, nadie ha podido evitar que se desmontara.

En opinión de Autoridad Portuaria (APB), se trata de una situación que afecta a dos empresas privadas, en la que la administración no tiene capacidad para intervenir.

Recuerdan que la instalación del travelift fue autorizada por APB, pero no forma parte de la concesión de la gestión del varadero, que todavía está pendiente.

Justo Saura, presidente de ASMEN, lamenta que se pierda este servicio en el puerto. Apunta que las dos patronales se ofrecieron para facilitar alguna solución provisional y poder mantener la grúa en el varadero. Saura también teme que la falta de este servicio provoque que algunas grandes embarcaciones turísticas descarten el amarre en Maó por la ausencia de este servicio, lo que afecta a la seguridad.

José Ignacio Seguí, de APEAM, también lamenta la situación en que queda el puerto por la pérdida del travelift, después de un año de prestar un buen servicio. Cree que Autoridad Portuaria podría haber planteado algún tipo de solución provisional, con la implicación de las patronales y de la administración local. Tanto José María Urrutia, presidente de APB, como José Ramón Bauzá, en la reunión con CAEB, se comprometieron a realizar gestiones para mantener la grúa en el Cós Nou.