El travelift del puerto de Maó permanece semidesmontado en el varadero a la espera de la resolución de los servicios jurídicos de Autoridad Portuaria de Balears que están estudiando la viabilidad del preacuerdo para la compra de la grúa firmado el jueves entre esta misma entidad, el Ayuntamiento de Maó y las patronales ASMEN y APEAM. Ayer Jesús Fernández-Reyes, jefe de división de Autoridad Portuaria en Menorca, se desplazó hasta Palma para tratar, entre otros, este asunto que se demora más de lo previsto por la complejidad legal que condiciona a Autoridad Portuaria. Fuentes de esta misma entidad aseguran que no hay problema presupuestario alguno para asumir la compra, o en su caso alquiler, de la grúa para que siga operativa en Maó.
La alcaldesa Águeda Reynés daba el asunto ayer por zanjado a la espera de poder confirmar la compra en breve, "el acuerdo está, y de echo han dejado de desmontar la máquina", aclaraba. Desde las patronales el panorama se dibuja igual de claro. Justo Saura, presidente de ASMEN, admite que ha sido necesaria "mucha presión" y que se está trabajando para encontrar la fórmula legal más rápida posible. De igual forma José Ignacio Seguí Chinchilla, delegado en Menorca de APEAM, estaba a la espera ayer de poder avanzar en el pacto y abordar la nueva gestión del travelift, para el que solo se necesita un operario.
Precisamente la gestión del travelift es uno de los asuntos a los que ha de dar salida Autoridad Portuaria que no puede entrar en competencia con las empresas privadas y todo apunta que serán las patronales las encargadas de la gestión del tarvelift a partir del momento en que se formalice su permanencia en el puerto de Maó. Otro asunto que están tratando los servicios jurídicos de Autoridad Portuaria es el coste al que deberán hacer frente, aun firmando la compra también las patronales y el Ayuntamiento (la aportación de estos últimos sería simbólica). El coste supera unos límites que obligan a buscar un procedimiento jurídico concreto para que Autoridad Portuaria pueda asumirlo.
Según el preacuerdo firmado por Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento de Maó, ASMEN y APEAM, la compra del travelift con carga máxima de 110 toneladas, sería por 285.000 euros de los que 15.000 euros serían para sufragar los gastos de montaje de la grúa que se empezó a desmontar el martes por unos operarios de Boat Lift. El proceso se paralizó con la presencia de la alcaldesa Águeda Reynés, el teniente de alcalde, Salvador Botella, Justo Saura de ASMEN, más José Ignacio Seguí de APEAM, quienes consiguieron así empezar un proceso de negociación con Autoridad Portuaria para que esta grúa se quede en el puerto de Maó hasta que se arregle la concesión del varadero y pueda instalarse una de mayor capacidad.
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