Daños. El C.P. Mateu Fontirroig reclama el arreglo de la cornisa - Paco Sturla

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El arreglo de la cornisa del Colegio Público Mateu Fontirroig de Maó "es un problema de 25.000 euros". Este es el coste aproximado de la reparación y el motivo que dificulta el acuerdo entre el Ayuntamiento y la Conselleria de Educación, según explica el concejal de Servicios Técnicos, Mateo Aínsa.

El edil reconoce que la cuantía no es muy elevada, pero en un momento como el actual, tanto la administración local como la autonómica se ajustan estrictamente a los gastos correspondientes a sus competencias. Y en este caso, una duda de interpretación competencial, es decir, si el mal de la cornisa se trata de un problema estructural (Consellería) o de mantenimiento (Ayuntamiento) ha encallado el problema. "La línea es muy fina", advierte Ainsa. No obstante, el concejal incide en que el equipo de gobierno municipal insistirá para que el descanso estival de la escuela pueda aprovecharse para arreglar la cornisa.

Mateo Ainsa explica que el edificio y su cornisa tienen más de 30 años de antigüedad y que los problemas que presenta tienen su raíz en la construcción de la época. "Los forjados deberían estar más ocultos en el hormigón", explica. Esta cuestión se trató en una reunión celebrada hace un año y fue entonces, según el responsable municipal de Servicios Técnicos, cuando el Ayuntamiento propuso picar la cornisa y que la Conselleria terminara la obra (aislamiento y recubrimiento). El coste de los trabajos rondaba los 25.000 euros y se abonaría al 50 por ciento. Mateo Ainsa reconoce que aquel sólo fue acuerdo verbal, pero insiste en que el Ayuntamiento cumplió su parte. "Estamos muy agradecidos con la Conselleria porque pocos municipios han inaugurado un colegio nuevo como nosotros y porque por fin se remodelará 'Sa Graduada', pero el Ayuntamiento ya ha hecho un gran esfuerzo en este colegio ('Mateu Fontirroig') al igual que hace en otros centros, y además tenemos otras necesidades que atender que vienen de años atrás", resalta el edil. El responsable municipal pide paciencia a padres y profesores y pone fecha a la solución, el próximo verano, incluso podría ser antes, apostilla. "Cuando las cosas se complican, todos deberíamos aplicar la lógica", concluye.