Animales. La ordenanza vigente sanciona a quien no recoge los excrementos de sus mascotas, pero hay que pillarle "in fraganti" - Archivo

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Ciutadella ha reducido el presupuesto que destina a la limpieza de sus calles como consecuencia de su plan de ajuste. Hay menos barrenderos velando por la pulcritud de calles y plazas, y además pasan menos a menudo que antes. Este hecho supone un riesgo evidente de que la ciudad esté menos limpia, pero también pone sobre la mesa la reflexión sobre si una ciudad debe estar limpia porque tenga un buen servicio de limpieza o porque sus ciudadanos no la ensucien.

Precisamente esta semana el PSM anunciaba la presentación de una moción cuyo objetivo es conseguir una mayor implicación de los ciudadanos en el mantenimiento de la ciudad.

Una de las vías para conseguir esta concienciación sería un mayor cumplimiento de las ordenanzas de limpieza viaria y de tenencia de animales. En este sentido, la concejala de Gobernación, Juana María Pons, admite que a día de hoy "las ordenanzas no se hacen cumplir lo suficiente porque tienes que pillar "in fraganti" a quien ensucia la calle al no recoger los excrementos de su perro o lanzando las cáscaras de las pipas o los papeles".

Pons explica que un año atrás, y con la intención de intensificar la aplicación de la ordenanza, varios agentes de policía patrullaron vestidos de paisano para intentar detectar a propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus mascotas. "La iniciativa no dio demasiados resultados", resume Pons.

Ante esta situación, la concejala se suma a la propuesta del PSM de realizar campañas de concienciación. De hecho, los menorquinistas proponen acciones a través del policía tutor en los centros educativos, mediante la Agenda Local 21 o también utilizando la página web del Ayuntamiento. Deben ser, según el PSM, actuaciones sin ningún coste para el Ayuntamiento, y en este punto es donde Juana Maria Pons ve el principal obstáculo. "Si queremos hacer folletos, o repartir bolsas para depositar los excrementos caninos, eso cuesta dinero, y ahora estamos muy justos de presupuesto". Ahora bien, sí recuerda otra campaña de concienciación ciudadana que ha ofrecido buenos resultados, como la realizada durante el año pasado y el presente para el control del lanzamiento de petardos durante Carnaval.

Aparte de estas posibles campañas, Pons no descarta una revisión del importe de las sanciones contempladas en las ordenanzas. El precedente es precisamente la campaña de petardos. El año pasado se rebajaron las sanciones que se imponían, para fijar una cantidad más asumible, puesto que anteriormente o bien no se ponían multas porque su cuantía era muy elevada, o si se multaba no se acababa cobrando. Tras la modificación del año pasado, Juana Maria Pons asegura que se han cobrado todas las multas impuestas.

Todas estas iniciativas se pueden poner en marcha, explica Juana Maria Pons, pero al igual que el PSM, la concejal recuerda que "la responsabilidad de mantener limpia la ciudad es de los ciudadanos. No deberían ni ser necesarias estas campañas, porque todos deberíamos ser conscientes de que la ciudad es de todos y la limpieza la pagamos con nuestros impuestos. Si no tuviéramos necesidad de tanta limpieza, nuestros impuestos podrían ir destinados a costear otros objetivos".