Final del pleno. Los manifestantes esperaron que la sesión plenaria terminara en la Sala de Juntas. El último en salir fue el alcalde - Cris

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Tal como habían anunciado los sindicatos, unos 70 funcionarios y personal laboral del Ayuntamiento de Ciutadella irrumpieron anoche en el Saló Gòtic durante la celebración del pleno. La protesta se hizo efectiva a las 20.45 horas, en el turno de ruegos y preguntas y en el momento en que quedaba apenas un cuarto de hora de sesión.

Los trabajadores municipales desfilaron frente al atril y fueron llenando la sala con carteles de protesta. El alcalde reaccionó con la petición de que retiraran las pancartas. "Tienen todo el derecho de acudir al pleno, pero el artículo 59 del Régimen Local no permite las manifestaciones ni las pancartas en las sesiones plenarias", espetó.

Las advertencias de José María de Sintas cayeron en saco roto y tras pedir reiteradas veces que los trabajadores abandonaran la sala, el alcalde decidió levantar la sesión y continuarla en la Sala de Juntas a puerta cerrada. Los concejales acataron la decisión del primer edil y se trasladaron a las dependencias contiguas. "Este gesto es una muestra del talante que existe en las negociaciones laborales", afirmó un representante sindical.

La asamblea de trabajadores decidió el miércoles realizar esta concentración, con el apoyo de los sindicatos UGT, CCOO y CSIF, para protestar por la negociación laboral del personal del Ayuntamiento y contra los recortes.

Mientras la sesión terminaba a puerta cerrada, los trabajadores se concentraron en el hall de la primera planta de la Casa Consistorial. Al terminar la sesión, los manifestantes abrieron un pasillo por el que fueron desfilando los ediles a su salida, entre aplausos y abucheos cuando salió el gobierno municipal. El último en salir de la sala fue el alcalde, con gesto serio.