Jornada. Unas 150 personas asistieron ayer al primer encuentro organizado por la empresa Barber Coll - Paco Sturla

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El modelo energético en que se ha basado el desarrollo económico no se puede mantener en el tiempo y el espacio. Dicho con otras palabras, el actual modelo energético actual es insostenible. Los motivos son varios pero el que predomina hoy en día en un marco de crisis económica es el continuo incremento del precio del petróleo. La necesidad de promover un cambio hacia un nuevo modelo energético se está convirtiendo en un debate social que cada día cobra más fuerza.

Pero, ¿son ciertos los mitos de que las energías renovables son más caras, que son las culpables de la tarifa eléctrica y que están subvencionadas? A estas y otras muchas dudas dieron ayer respuesta dos expertos en la materia. La jornada, celebrada en el Orfeón Mahonés, contó con unos 150 asistentes, entre profesionales del sector, arquitectos, ingenieros, políticos, y alumnos y profesores de cursos de Formación Profesional vinculados con la materia.

La empresa Barber Coll organizó ayer el "Primer encuentro del sector de las energías renovables de Menorca. Nuevas tendencias en la eficiencia energética" para evidenciar preocupaciones energética actuales y futuras y presentar soluciones tecnológicas adaptables a la economía local que contribuyan a la mejora de la competitividad y sostenibilidad del modelo socioeconómico.

El mensaje fue claro. El modelo energético actual está caduco, los precios incrementan, en cambio, las tecnologías que permiten aprovechar la energía renovable son cada vez más asumibles para el bolsillo de los ciudadanos. "El cambio actual no se centra solo en que la sociedad está más sensibilizada, sino que el modelo energético se nos escapa de las manos, y tenemos a su vez a nuestro alcance recursos renovables que se van abaratando", asevera Xavier Vallvé, ingeniero industrial por la University of Waterloo y socio director de la empresa Trama TecnoAmbiental. Es así como señala que el objetivo es "conseguir que la sociedad abra los ojos" y se desprenda de la percepción de que apostar por energías renovables es caro e inaccesible.

Para Vallvé, "debemos avanzar para que cada ciudadano se convierta en elemento activo de este cambio energético y que consiga autoabastecerse cubriendo entre el 50 y el 60 por ciento de sus necesidades". Para este ingeniero industrial, en los últimos años se ha producido una transformación sustancial. Y es que, hasta el momento existía un cambio en la fuente de energía pero no en el modelo. Señala a modo de ejemplo que las plantas fotovoltaicas producen energía y lo venden a un consumidor final. A día de hoy, el sistema eficiente energéticamente es el que se instala a pequeña escala, sobre el tejado de cada hogar y que por tanto, no encarece el precio de mercado.

El encuentro contó ayer con la presencia de un responsable de una entidad bancaria puesto que la inversión para uno u otro modelo es diferente. Vallvé indica que "con el sistema energético anterior el incremento está en el gasto corriente mientras que el sistema actual, el gasto corriente es inferior pero necesita de una inversión y un modelo financiero distinto".

Estos expertos abogan por la instalación de equipos eficientes para obtener, por ejemplo, agua caliente solar o por una parte de la generación eléctrica para el autoconsumo, ya sea con tecnología fotovoltaica o microeólica. Estos mecanismos "no son de cara al futuro" sino "a corto plazo". Las peculiaridades de la Isla permiten estos mecanismos. Pero estas intervenciones deben ir de la mano de una arquitectura "más sana y lógica", según apunta Robert Terradas, arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y director de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura La Salle desde 1997. Para Terradas, la arquitectura debe obedecer a una serie de criterios que, por si mismos ya avanzan en la sostenibilidad de la vivienda. A ello hay que sumarle otro reto, el de un cambio radical de los hábitos humanos para que ayuden a reducir el impacto energético.

Robert Terradas incide en el hecho de que para cada edificio, según su ubicación y características de la zona, deben primar unos u otros criterios. "Venimos de una período constructivo donde se levantaban edificios exactamente igual en la costa que en el interior y esto es lo mismo que decir que construyo la misma casa aquí que en Noruega".

Además, tiene claro que, debido a la situación de crisis económica, avanzamos cada vez más hacia la rehabilitación y el reaprovechamiento, unos aspectos que tienen su punto de partida en el "no derrumbe del edificio". Curiosamente, estos dos expertos llegaron el jueves a la Isla y fijaron su vista en el antiguo Hospital Militar de Maó. "Cabe estudiar su rehabilitación antes de demolerlo y hacerlo eficiente con criterios energéticos sostenibles", señala Terradas.

La jornada celebrada ayer en el Orfeón concluyó con una mesa redonda sobre la garantía de competitividad que ofrece la eficiencia energética. Y es que, según señalan los expertos, el modelo energético actual lidia con dos riegos. Por un lado, que los precios aumentan y, por otro, la volatilidad y la incertidumbre que pesa sobre estos costes. "Con esta inseguridad, una empresa tiene mayores dificultades para planificar sus gastos". Es en este sentido que el sector empresarial puede ser más competitivo con un acercamiento al modelo energético renovable.