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Mi nombre es José Manuel Bahamonde. Nací en Badalona (Barcelona) en 1969. Estoy casado y tengo dos hijos, de 23 y 17 años. Desde junio de 2012 llevo un bar de vinos en Ciutadella. Por cuestiones de trabajo, ahora no tengo mucho tiempo para practicar mis aficiones. Eso sí, hago natación cada día por la mañana. Antes de venir a Menorca regenté el restaurante del Club de Tenis de Montgat (Barcelona).

¿Cómo llega a Menorca?
Estoy viviendo aquí desde septiembre de 2011, y llegué porque en el viaje de novios me enamoré de la Isla. Hacía muchos años que quería venir a vivir a Menorca. De hecho, tengo familia aquí, y el primer contacto con esta tierra lo tuve gracias a ellos. Me encantaba el lugar.

¿Qué fue lo que le enganchó de la Isla?
Sobre todo la tranquilidad y principalmente el hecho de vivir en un sitio que es, entre comillas, vacacional. Me apasionaba la idea de poder disfrutar de él.

Entonces, una vez aquí, al tener experiencia en el mundo de la hostelería decide montar un negocio…
Paseando por el centro del pueblo vi que se traspasaba un local y me lancé a la piscina, aunque en principio no entraba entre mis planes, ya que venía un poco saturado del mundo de la hostelería. Pero decidí montar un bar, y en ello estoy desde el pasado mes de junio. Contentos de momento.

No hay mucha tradición de vino en Menorca, por lo que es un sector a explotar…
Justo antes de trasladarme aquí, estuve viviendo en Alella, una población vinícola del Maresme, y me llamó mucho la atención el estilo de establecimientos que había por allí. Así nació la idea de montar un bar de vinos. Los clientes se van interesando poco a poco por este tipo de oferta. El problema es la poca gente que hay en invierno.

En uno de sus carteles dice que el mejor vino es el que le gusta a cada cliente…
Considero que no hay vinos ni buenos ni malos, sino los que te gustan o no te gustan.

¿Y qué opina de los vinos de Menorca?
Yo conozco el Binitord, y decidí apostar fuerte por él al estar afincado en Ciutadella. Los vinos de aquí no tienen que envidiar nada a los de otras regiones. Tengo un familiar que es sumiller, que fue Nariz de Oro en 2009, y le encantan los vinos de Binitord, especialmente el blanco.

También ha organizado cursos de cata…
Si organizamos uno el pasado mes de octubre, y la experiencia fue muy positiva . La gente muestra mucho interés por aprender sobre el vino.

¿Y cómo se presenta la temporada turística?
Hay que llegar a junio como sea (ríe) y hacer balance anual. Lo que sí tengo claro es que vivimos del verano, y no solo del turismo. La gente de Ciutadella se anima también mucho más en esa época del año. Hay que intentar ir superándonos poco a poco.