Hospital Mateu Orfila. La llegada de un jefe "externo" centró ayer las conversaciones de los profesionales de la sanidad insular - Paco Sturla

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Hace algunos días, no muchos, circulaba ya el rumor por los pasillos del Hospital Mateu Orfila de que el nuevo gerente del área de salud de Menorca iba a ser una persona no vinculada al ámbito sanitario. Quienes oían y transmitían estos comentarios leyeron ayer en la prensa insular que no eran infundados. El sustituto de José Luis Gallego será, salvo contratiempo de última hora, Manuel Yebra, hasta ahora director de los servicios económicos del Ayuntamiento de Maó.

La principal peculiaridad del nombramiento de Yebra es su falta de antecedentes en la gestión del ámbito sanitario. Es decir, que no tiene experiencia ni relación con el mundo médico. Algo inédito. Las interpretaciones de este hecho coparon ayer buena parte de las conversaciones de los centros de salud de la Isla.

Claudio Triay, delegado del sindicato médico SIMEBAL en la Isla, reconoció ayer tarde su "sorpresa" puesto que "me he enterado por los periódicos". El delegado de sanidad de CCOO, Juan Andrés Bernabéu, incluso habla de "estupefacción".

Entre la plantilla los principales recelos vienen por el perfil que pueda tener el nuevo gerente, ajeno a ecografías y diálisis. Es decir, que se trate de un gestor en el sentido más estricto de la palabra, que centre sus esfuerzos en adoptar medidas de carácter puramente financiero sin tener en cuenta aspectos de la atención médica. "Tememos una vuelta de tuerca para aplicar más medidas de recorte", asegura Bernabéu, "parece que los criterios son más de partido que de atención sanitaria".

Surgen dudas sobre cómo actuará el futuro gerente ante un problema concreto, que implique una decisión rápida y un conocimiento profundo del ámbito médico del que se trate, tal y como explica el representante de CCOO. Le complementa Claudio Triay al apuntar que la sanidad es un campo "muy complejo, muy complicado".

Triay va más allá y expone la receta para que Manuel Yebra pueda ser artífice de una buena gestión. En primer lugar, el delegado de SIMEBAL pide diálogo, "se tiene que restablecer porque se ha roto, no hay comunicación". Pide Triay, e insiste mucho en ello, que el gerente debe escuchar a los profesionales, "si no es imposible", y trasladar una parte importante de la facultad de decidir a sus inmediatos inferiores, es decir, a los jefes de área o directores.

Además considera fundamental que Yebra se vea rodeado de un equipo "de alto conocimiento del ámbito sanitario", dirigentes de reconocida trayectoria que cuenten con el respaldo y el respecto de la plantilla del área de salud de Menorca.

Triay entiende que es imprescindible que se establezca un sistema de colaboración entre los directivos y los profesionales, "somos copartícipes, corresponsables del servicios que se prestan, somos los que conocemos lo que estamos manejando, y debemos tener mayor capacidad de decisión".

Triay y Bernabéu coinciden en que vienen de una etapa complicada, la de José Luis Gallego en el más relevante de los despachos del Hospital Mateu Orfila. Triay afirma que "los últimos tiempos han sido de tensión alta. Yo siempre he sido muy crítico, porque se ha recortado donde no tocaba, y sin consultar a los profesionales. Los recortes de personal no conducen a nada".

Los efectos de estos recortes se minimizan, dice Triay, de cara al paciente por el sobreesfuerzo de médicos, enfermeros y otros trabajadores del área de salud. Coincide con Bernabéu en que la de Gallego ha sido una etapa de "falta de diálogo".

Bernabéu reclama también más participación de los profesionales en las decisiones sensibles. Y lamenta las formas empleadas, enterándose los trabajadores por la prensa del nombramiento de Yebra, "mal empezamos".