Impacto. Se aprovechan los terraplenes y se prevé la reforestación - CIME / J.B.

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El modelo de las rotondas ovaladas a nivel inferior se mantienen en el plan de reforma de la carretera general, sin embargo con la redacción del proyecto ejecutivo se ajustarán las dimensiones de cada una de ellas para conseguir reducir al máximo el impacto sobre el paisaje.

Así lo ha explicado al diario "Menorca" el ingeniero Rodrigo del Pozo, autor del proyecto inicial de la reforma de los tramos de Maó a Alaior y de Ferreries a Ciutadella. En la reunión mantenida con representantes del GOB el 15 de febrero se planteó esta opción y se repasaron las características de cada propuesta técnica.

Rodrigo del Pozo afirma que "nunca he sido partidario del desdoblamiento de la carretera general, sin embargo entiendo que tiene muchas necesidades de mejora". La reforma que ha planteado, según explica, permitirá mejorar de forma muy importante la seguridad al eliminar los giros a la izquierda, y también el nivel de servicio, con una buena fluidez del tráfico.

El tramo de Alaior a Maó tiene unas sesenta entradas directas a la carretera. Al eliminarse los giros se ha optado por ordenar cambios de sentido cada dos kilómetros, que se resuelven de distinta manera. Las rotondas a nivel inferior es una de ellas. Rodrigo del Pozo afirma que se ha aprovechado al máximo la topografía, y la mayoría de rotondas se ubican en terraplenes, donde la excavación es más económica y la obra menos impactante. Con la reforestación se conseguirá una mejor integración paisajística, según el ingeniero.

La normativa prohíbe los giros a la izquierda en carreteras de nueva construcción con un tráfico superior a los 5.000 vehículos de media diaria. Entre Maó y Alaior circulan 12.000 (18.000 en verano). En carreteras actuales, como es lógico no puede prohibir lo que existe, pero se recomienda aplicar al máximo los parámetros de obra nueva.

Rodrigo del Pozo comenta: "En el giro de Talatí, a la salida del Butano, se trata de una recta con buena visibilidad, pero en días de tráfico muy intenso, un conductor puede ponerse nervioso, ¿qué pasaría con una colisión a 90 kilómetros por hora?".

El ingeniero se muestra convencido de que "una buena actuación ahora para mejorar las prestaciones de la carretera es lo que evita realmente el desdoblamiento".