Pediatría. Son las consultas que más notan la incidencia de la gripe en este frío febrero. Los pequeños y sus madres aguardan turno - Javier

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A punto de concluir febrero, la epidemia de gripe continúa en curva ascendente en las Islas, con 180 casos detectados por cada 100.000 habitantes, pero sin entrar todavía en su fase más elevada, según señalaron ayer fuentes del IB-Salut en Menorca. A principios de mes se registraron en Balears 96 casos por cada 100.000 habitantes y la cifra se elevó a 166 durante la segunda quincena.

A pesar de afrontar el pico de la epidemia, desde la dirección de Atención Primaria en Menorca señalan que las consultas notan la mayor afluencia de pacientes pero no están colapsadas, y la demora para obtener cita previa es la habitual, se consigue para el mismo día o el día siguiente y, excepcionalmente -afirman las fuentes sanitarias-, en un plazo de 48 horas.

Donde más se nota la epidemia es en las salas de espera de las consultas de Pediatría. Y es que, según explicó ayer uno de los médicos voluntarios de la Red Centinela de la Gripe, Francisco Sánchez Cabrera, el virus del tipo B, que está provocando la actual epidemia, afecta sobre todo a personas jóvenes y niños.

Sánchez Cabrera, que trabaja como médico de familia en el centro de salud Canal Salat de Ciutadella, asegura que en la franja de edad de mayores de 65 años no se han dado ni 20 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que de cero a cuatro años de edad la proporción ha llegado a los 400 casos por cada 100.000 habitantes y en estos momentos se situaría en más de 300 casos por cada 100.000 habitantes.

Vigilancia

El virus de la gripe muta cada tres o cuatro años, aunque el de tipo B, aseguró el médico, "cambia menos y afecta sobre todo a jóvenes y niños, de catorce años para abajo" por eso los que más están detectando los casos son los pediatras. Además, el diagnóstico de la gripe sigue una serie de criterios, ya que en ocasiones es dificultoso, al enmascarase tras otras infecciones víricas.

"Los criterios se van modificando, tenemos unas tablas y si se cumplen pensamos que puede ser gripe. Es entonces cuando realizamos un cultivo de faringe y lo enviamos a Son Espases, allí se comprueba si es gripe y el tipo de virus", afirma Sánchez Cabrera.

Él es uno de los cuatro médicos que forman parte de la Red Centinela de la Gripe, que en Balears cuenta con una treintena de galenos. Se trata de un sistema internacional para detectar y estudiar la evolución de la gripe y los diferentes virus que la causan, y en cada Comunidad Autónoma profesionales voluntarios realizan el seguimiento y toman muestras de los casos sospechosos que les llegan a las consultas "para agruparlos, hacer cultivos y tipar el virus", asevera.

"Así sabemos cómo progresa en todo el mundo y en los diferentes hemisferios, las cepas suelen empezar por el sur, desde Australia pasan a Asia y avanzan por Europa de este a oeste, Baleares es de los últimos sitios de España, salvo Canarias, donde nos llega", añade el médico. Curiosamente la epidemia suele producirse en Menorca siempre con un retraso aproximado de unas dos semanas con respecto a la Península. Ahora mismo y según las cifras de la Conselleria de Salud, en España se registran 230 casos por cada cien mil habitantes, pero la epidemia, a diferencia de lo que sucede en el archipiélago, ya ha entrado en su curva descendente.

"El virus de tipo A suele tener su pico máximo en Baleares en la segunda o tercera semana de enero, mientras que en la Península sucede en la última semana del año", señala como ejemplo Sánchez Cabrera.

La gripe se contagia por el aire o por contacto, y en los colegios, en el caso del virus B, encuentra una vía de propagación perfecta. Los síntomas, los habituales: tos, fiebre, postración, dolor generalizado y faringe roja e irritada. Los remedios tampoco cambian. "Se atacan los síntomas con analgésicos", explica el médico, y se recomienda hidratación, mucho "descanso" y dejar, si no hay complicaciones, que la enfermedad siga su curso y el cuerpo gane la batalla.