Calàbria. El servicio de Caritas cuenta con tres orientadoras - Archivo

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El Servicio de Orientación Laboral es un programa específico de asesoramiento e intermediación dirigido principalmente a personas en situación de riesgo de exclusión social. Con un panorama laboral incierto, sin ofertas de trabajo y una tasa de desempleo que garabatea una línea ascendente, este servicio ha visto incrementado el número de atenciones y asistencias.

En el 2012 el Servicio de Orientación Laboral atendió un total de 1.129 personas. Esta cifra supone un incremento de 69 usuarios respecto al ejercicio anterior.

El horizonte laboral que planea sobre la Isla ha obligado a este servicio, que coordina Caritas Diocesana de Menorca, a adaptar la metodología a las circunstancias actuales. Así lo asegura la coordinadora de Acción Social, Mar Pons, quien señala que en 2007 "trabajábamos con mayor número de ofertas de empleo, cuando ahora son limitadas y las selecciones de empleo que efectúan las empresas son mucho más estrictas". En consecuencia, el número de personas que llegan a firmar un contrato de empleo encoge.

Además de ello, señala que las personas atendidas requieren de una recualificación profesional puesto que han estado trabajando toda su vida en un único sector, como por ejemplo, el de la construcción, cuando ahora las salidas se proyectan hacia otro panorama laboral.

A su vez, cabe señalar que hoy en día es frecuente ofrecer asesoramiento y orientación laboral a personas paradas de larga duración, que llevan incluso desde 2009 sin empleo y, por tanto, con todas las prestaciones agotadas.

La orientadora laboral Nekane Sotillo añade que "es frustrante ver que hay gente que reúne todas las condiciones para un puesto de trabajo y que las puertas de la inserción laboral no se abren".

En 2012, del total de las personas atendidas, se formalizaron 266 contratos (una persona puede reunir más de un contrato durante el año), una cifra inferior a las cifras que se consiguieron en ejercicios pasados. De estas cifras, Caritas consiguió, a través de una gestión directa, un total de 68 contratos. En concreto, se puso en contacto con 49 empresas, de las que se consiguieron cubrir 33 puestos de trabajo a través del Programa Incorpora de la Obra Social de la Caixa. Suponen trece empresas más que en 2011.

Por otra parte, un total de 57 particulares se pusieron también en contacto con las orientadoras para solicitar personal del servicio doméstico y de las que se llegaron a cubrir 35 puestos. La memoria del programa desvela que continua la tendencia a la baja de las intermediaciones realizadas.

Además de ello, el período de contratación también ha cambiado notablemente. Y es que, hoy en día, los contratos son de corta duración.

Asimismo, el 59,2 por ciento de los usuarios fueron inmigrantes. Los españoles atendidos representaron el 40,8 por ciento. En comparación con el 2011, las orientadoras detectan una continuación de la tendencia 'in crescendo' del número de beneficiarios españoles que solicitan este servicio. De todas formas, hacen especial hincapié en el hecho de que dentro del colectivo de españoles se contabilizan todas las personas con nacionalidad española y que empieza a ser representativo el número de inmigrantes que la han obtenido. De esta manera, calculan que un centenar de los 461 españoles atendidos son extranjeros nacionalizados.

En lo que se refiere al perfil, solicitaron el servicio mujeres jóvenes de entre 25 y 35 años y con estudios primarios.

Cabe apuntar que para las responsables del programa, el objetivo final del servicio no es simplemente que las personas firmen un contrato sino el proceso intermedio, que permite generar a los usuarios las herramientas de empleabilidad que favorezcan su autonomía. Con ello, la responsable del área de Acción Social de Caritas, Mar Pons, agrega que el proceso incluye "no solo la inserción laboral sino también la social".