Los menorquines, con menos temores que la media balear

El "índice de victimización" viene a ser el número de ciudadanos de cada mil que reconocen haber sufrido en el último año, tanto a nivel personal como en su entorno más cercano, uno o más hechos que considera delito o falta. Gadeso admite la subjetividad del criterio, condicionada por factores como la crisis, el paro, la inmigración o el temor por el futuro de nuestros hijos.

El "índice de victimización" de Menorca se sitúa en 301,7, lejos del 370,5 de Mallorca o el 509,3 de Eivissa. La mayor incidencia de la inseguridad se produce en los vehículos (123,4), aspecto que viene seguido de la vivienda (103,3), las transacciones comerciales (40,3) y la seguridad personal (34,7), con bastante diferencia entre cada uno de estos conceptos.

En el caso concreto de los comerciantes, el "índice de victimización" en Menorca se sitúa incluso por debajo de Formentera, con una mayor incidencia de huertos y robos, seguido por el vandalismo. Quedan como muy residuales los atracos.

El estudio constata que los ciudadanos de Balears exponen que la mejor solución para acabar con su sensación de inseguridad es incrementar la presencia policial. Y acto seguido valoran a cada uno de los cuerpos existentes. Guardia Civil (5,6) y bomberos (6,1) logran el aprobado mientras que 112 (4,2), Policía Nacional (4,3) y Policía Local (4,1) no alcanzan el suficiente. Otras soluciones apuntadas son la mejora de leyes, justicia, entorno familiar y sistema educativo, y la reducción de las desigualdades.

En cuanto a las causas de la inseguridad, en el primer lugar de la lista aparecen el paro y la inestabilidad laboral, seguidos de la falta de policías, una legislación inadecuada, los inmigrantes irregulares, situaciones sociales graves y familias problemáticas.