Concentrados. La protesta, en el exterior y en el interior del banco - Javier

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La sucursal bancaria de la plaça Esplanada de Maó con la que el bengalí Fokor Uddin tiene concertada la hipoteca de su casa vivió ayer una jornada tensa.

La Plataforma d'Afectats per la Hipoteca convocó ayer una nueva acción reivindicativa para reclamar la adhesión al Decreto Guindos que el banco deniega para Uddin. La maniobra de protesta, que fue secundada por unas 60 personas, pretendía reivindicar de nuevo, puertas afuera de la oficina, el derecho de la familia Uddin a acogerse a la dación en pago. No obstante, "la postura inflexible e intolerante" de la dirección del banco provocó que los manifestantes ocuparan la oficina durante unos quince minutos.

El bengalí pretendía aprovechar el acto de protesta para volver a solicitar la adhesión al Decreto Guindos. No obstante, y según explican miembros de la Plataforma, "la dirección se negó a aceptar en mano el documento cuando tiene una obligación con su cliente".

Ante esta negativa, el colectivo solicitó a la Policía Local que diera fe de que el banco se negaba a aceptar la información. "Los efectivos policiales recibieron orden de seguir regulando el tráfico sin dar testimonio de esa situación". El grupo asegura que "no habíamos previsto entrar en la sucursal pero los hechos nos llevaron a ello". Las personas reunidas en la protesta ocuparon la oficina. Y no abandonaron las instalaciones hasta que el director no aceptó el documento. "La dirección podía haber evitado la ocupación si hubiera aceptado el papel desde el primer momento", explican.

Cabe señalar a su vez que el banco ha paralizado la demanda de ejecución hipotecaria, un logro que la Plataforma d'Afectats per la Hipoteca achaca a la gran presión ciudadana que se ha generado en torno al caso "sangrante" de la familia Uddin. A pesar de ello, el colectivo de afectados por la hipoteca no cesa en reclamar el derecho de la familia del bengalí Fokor Uddin a acogerse a la Ley Guindos y por tanto, a la dación en pago que el banco no acepta por considerar que el piso sobre el que pesa la hipoteca "no es su vivienda habitual". Uddin vive con su mujer y sus tres hijos en una vivienda de alquiler puesto que su casa está en riesgo de derrumbe.

Esta paralización del proceso de ejecución -la Plataforma no tenía constancia de que ya se hubiera iniciado-, no es "suficiente" puesto que las mensualidades y los intereses de demora siguen acumulándose. "El banco ofrece una renegociación y una refinanciación de la hipoteca", pero, "es imposible que Uddin pueda recobrar la normalidad de los pagos cuando vuelva a encontrar trabajo", lamentan.

El bengalí ha puesto en marcha el mecanismo legal. Está en contacto con dos abogados, uno para reclamar al banco el cumplimiento de la Ley y otro para poder demostrar la indefensión de la familia ante la comunidad de propietarios del bloque de pisos.