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El sector turístico de la Isla es unánime y contundente; Menorca ha pasado la Semana Santa más mala y triste de los últimos años. Hoteleros, restauradores, comerciantes y responsables de empresas de alquiler de vehículos alertan de que Menorca debe dar un giro profundo si quiere vivir del turismo y reducir las cifras de desempleo.

"En la Isla no sólo falla una cosa sino que a lo largo de los últimos años se ha producido una cadena de errores continuos", resume Vicente Cajuso, presidente de ASCOME (Asociación de Comerciantes de Menorca).

Los problemas de conectividad de la Isla, y especialmente los elevados precios de los billetes aéreos es la principal causa que lastra cada vez más la competitividad de la Isla frente a otros destinos cercanos, según remarcan los empresarios consultados por el "Menorca". Pero también advierten que no sólo los problemas del transporte están detrás del mal comportamiento del turismo en temporada baja, sino que apuntan a cuestiones de fondo y calado, a una promoción que tachan de deficiente, a la disminución del turismo senior y también echan en falta una oferta suficientemente atractiva y de calidad para que el turista decida viajar a la Isla.

"En Semana Santa vendemos naturaleza y poco más", apostilla Cajuso, quien advierte que estas vacaciones han sido las "más flojas y tristes" que recuerda. "Supongo que en todos los sitios no ha sido igual, pero para el comercio en general ha sido una Semana Santa pobre en ventas y mala para el consumo".

En el mismo sentido se expresa la presidenta de la Asociación Empresarial Menorquina de Alquiler sin Conductor integrada en PIME, Joana Capó, quien afirma rotunda que ha sido la peor Semana Santa que ha vivido desde que se dedica a este negocio. "La gente se queja mucho de los aviones, de lo difícil que es llegar aquí, pero también falla la oferta, la relación calidad-precio", apunta.

Según datos de AENA, entre el miércoles 27 de marzo y el 1 de abril se realizaron en el Aeropuerto de Menorca 250 operaciones con poco más de 32.000 plazas. Al respecto, Capó comenta que el turismo británico se ha resentido especialmente por el descenso de los vuelos de la compañía Monarch. "Antes había vuelos tres veces por semana y ahora sólo uno", alerta. "Vivimos del turismo, pero no vendemos bien el producto. Promocionamos calidad pero luego vendemos el todo incluido", denuncia.

Francisco Carrasco, presidente de la Asociación Menorquina de Cafeterías Bares y Restaurantes, adscrita a CAEB, también hace un balance negativo. "Ha sido la Semana Santa más mala que recuerdo", espeta, al tiempo que remarca el "fracaso" comercial que ha supuesto la llegada al dique de Ciutadella del esperado crucero "Quest For Adventure". "No hemos visto a gente por el pueblo. Se fueron todos en autobús a otros lugares de la Isla. El alcalde promocionó Ciutadella en Miami, pero el esfuerzo no ha tenido buen resultado", lamenta.

ASHOME reclama definir mejor el producto en temporada baja

Joan Melis, presidente de la patronal hotelera ASHOME, no es tan negativo en sus apreciaciones a la espera de datos estadísticos más concluyentes, pero avanza que esta Semana Santa ha sido "más triste y más floja" en comparación con los dos últimos años.

Entre las causas, el hotelero apunta el hecho de que estas vacaciones hayan caído tan pronto en el calendario y los problemas de conectividad de la Isla ya reseñados por otros empresarios.

"Los paquetes de transporte de última hora de las compañías no han sido nada competitivos", indica. También achaca el mal resultado obtenido al déficit que arrastra la Isla en promoción de producto turístico en temporada baja.

"Debemos trabajar más para definir lo que ofrecemos. Tenemos naturaleza, tenemos gastronomía, tenemos turismo activo, pero no lo vendemos bien. Hay que incentivar la demanda con una buena oferta", enfatiza.

Melis resalta, no obstante, que los hoteles que trabajan con el IMSERSO han tenido buenas ocupaciones, sin embargo, los que han arriesgado y abierto sus puertas estos días no han tenido tan buenos resultados. Los establecimientos más afortunados podrían haber obtenido porcentajes de ocupación máxima del 60 por ciento.

"Los vuelos son caros y la situación económica de las familias es complicada y muchas se piensan dos veces viajar. Los torneos de fútbol y baloncesto que se han organizado han ayudado, pero no han sido suficientes. De todas formas, hay que valorar el esfuerzo de los hoteles que han abierto sus puertas", dijo.

Desde ASHOME señalan que durante esta Semana Santa abrieron 17 establecimientos hoteleros en la Isla, de los cuales siete trabajan con el turismo del IMSERSO. En total, apenas un cinco por ciento de la planta hotelera menorquina, frente al 9,5 del año pasado y lejos del 20 por ciento de 2011.