Batimetrías. APB constata una reducción de la profundidad - Archivo

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La nueva batimetría que ha llevado a cabo Autoridad Portuaria (APB) demuestra que el puerto de Maó ha perdido calado, lo que afectará al tráfico marítimo.

El director de APB en Maó, Jesús Fernández Reyes, no ha querido anticipar las decisiones que la próxima semana adoptará el organismo gestor, pero ha confirmado que en varios puntos se ha reducido la profundidad, mientras recuerda que el dragado suspendido pretendía alcanzar los 9 metros de calado para garantizar la seguridad de las maniobras.

Ahora no va a ser así. APB ha solicitado a las compañías navieras y a los consignatarios los datos técnicos de los buques para analizar caso por caso si puede o no autorizarse el amarre.

Un ejemplo de lo que puede suceder. Hasta ahora se permitía un calado de hasta 8,50 metros, en base a la batimetría realizada en marzo de 2012. Ahora en el muelle de Llevant, donde amarran los cruceros, la profundidad es inferior. El 30 de abril está prevista la escala del Saga Sapphire, con un calado de 8,42 metros. Es muy probable que no se autorice la maniobra. Este crucero tiene previstas tres escalas en Maó este verano.

Hay otro buque que tiene un calado de 8 metros y cinco escalas de otro crucero de 7,54 metros. Jesús Fernández Reyes ha informado que además de la batimetría se han analizado los datos del mareógrafo, que registra las oscilaciones del mar, que llegan a ser de hasta 40 centímetros durante un día.

Los problemas no solo pueden afectar a los cruceros. En los muelles del Cós Nou de Levante y Poniente, la profundidad, que era de 7,50 metros, ha pasado a 6,30. Esta pérdida de calado obligará a que el petrolero, por ejemplo, no entre tan cargado y deba realizar más trayectos.

Fernández Reyes insiste en que el dragado, que fue paralizado a petición de la Fiscalía de Medio Ambiente, pretendía ganar un metro de profundidad en una zona de 20 hectáreas.

Algunos colectivos del puerto intuían ayer los resultados de la batimetría. APEAM anunció a sus socios por la mañana que era previsible una restricción del acceso al puerto. Su presidente, José Ignacio Seguí, insinuó ayer que la nueva batimetría puede ser "un chantaje" por la paralización del dragado. Asegura que la asociación está dispuesta a contratar un topógrafo para llevar a cabo un nuevo estudio que confirme o desmienta los datos de APB.