Diada. El gremio pastelero cosecha un nuevo éxito de público - A. M. O.

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"El brazo de gitano está para chuparse los dedos, incluso para repetir", resaltó con una sonrisa de sastisfacción una de las decenas de personas que ayer acudieron al Santuario de El Toro de Es Mercadal para asistir a la XXIII Diada de sa Pastisseria de Menorca, organizada por la Asociación Profesional de Pastelería y Afines de Menorca (APAME), con motivo de la festividad de su patrona, la Mare de Déu de Monstserrat. La jornada de degustación pública y gratuita de los tradicionales 'brazos de gitano' volvió a cosechar un éxito de público entre el que se mezclaban residentes y turistas agradecidos por tan dulce regalo.

En esta ocasión, además, se rindió un emotivo homenaje a la empresa Panadería Pedro de Ferreries por el 50 aniversario de su fundación. A sus 76 años, Pedro Allés Janer ya está jubilado, al igual que su mujer, Margarita Pons Coll, pero este negocio familiar que durante una época llegó a ser la empresa proveedora de hasta 30 hoteles de la Isla, sigue endulzando los paladares de Ferreries y media Menorca en manos del primogénito de la familia, la tercera generación. El maestro panadero recibió un diploma honorífico de manos del presidente del Consell, Santiago Tadeo, y del Presidente de APAME, José Ángel Giménez Pons. La Diada también contó con la presencia del conseller de Economía, Fernando Villalonga y la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañes.

El presidente de APAME, José Ángel Giménez animó ayer al gremio panadero y pastelero de Menorca a no escatimar a la hora de elegir las mejores materias primas con que elaborar sus productos a pesar de la crisis. "Ahora es cuando se ha de ser un buen profesional y no aprovechar la excusa para rebajar la calidad del producto y vender al mismo precio, como mínimo, no debemos perder calidad", remarcó. Giménez Pons explicó que el sector está capeando el temporal de la crisis con dificultades, pero posiblemente mejor que otros negocios de Menorca, "porque ahora las fiestas se hacen en casa y no en los restaurantes, y los postres se compran" precisó. A todo ello sumó que cerca del 80 por ciento de las empresas del gremio en la Isla son familiares y, según el presidente de APAME (que agrupa a 22 empresas), los malos momentos en familia se resuelven mejor.

No obstante, José Ángel Giménez -que se define como un panadero tradicional- se quejó del daño causado a la panadería y pastelería artesanal de toda la vida, por los productos de fabricación en serie y precongelados, al igual que de la competencia desleal practicada por algunas grandes superficie con la venta de pan.

"Utilizan el pan como moneda de cambio para atraer clientes", denuncia. "Además, en muchos casos, se está perdiendo el verdadero sabor del pan antiguo", lamentó. La Asociación también participó en la Eucaristía que como cada domingo se celebró en el Santuario.