Farmacia. Está ubicada en Ses Voltes de Ciutadella - Archivo

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La Fundación Hesperia, creada por el Príncipe de Asturias con los fondos procedentes de la herencia de José Ignacio Balada, asume la restauración de la Farmacia Llabrés de Ciutadella, según ha informado esta mañana la Casa Real.

Una vez concluidos los trabajos, se cederá el local a la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca. La Farmacia Llabrés es un local de estilo modernista de un alto valor patrimonial y artístico.

La rehabilitación se convertirá en el principal proyecto de la Fundación Hesperia para 2013 y está previsto que tenga continuidad en años posteriores. Según la Casa Real, se ha valorado la actuación a partir de las propuestas planteadas desde el Consell y por la especial relación con la ciudad de quien legó a los Príncipes todos sus bienes.

Durante el año pasado se realizaron labores de limpieza de la farmacia, que está situada en la calle de Ses Voltes, en el corazón del casco antiguo de la ciudad.

El Consell de Menorca y el Ayuntamiento han sido ya informados de la decisión del Patronato de la Fundación Hesperia.

Con este acuerdo, la Fundación Hesperia desarrolla la voluntad de los Príncipes de Asturias para que los fondos procedentes de la herencia de Juan Ignacio Balada sean destinados a fines de interés general y social.

También ha acordado el patronato ceder de forma temporal a la Escuela Municipal de Música y Danza de Ciutadella el piano de la marca Petrof procedente de la herencia de Balada, que será utilizado para fines docentes por los alumnos de este centro docente.

Juan Ignacio Balada Llabrés, que falleció el 18 de noviembre de 2009, era hijo único de la farmacéutica Catalina Llabrés Piris y el empresario Ramón Balada Matamoros.

Residía en Ciutadella, su ciudad natal, donde están ubicadas la mayoría de sus propiedades inmobiliarias.

En su testamento, dividió los bienes de su patrimonio -valorado en unos 30 millones de euros- en dos partes: la mitad para los Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los Reyes de España, a los que nombró herederos, y la otra mitad como dotación para constituir una fundación.

En agosto de 2010 los Príncipes constituyeron la Fundación Hesperia con una dotación inicial de cuatro millones de euros