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Adaptarse a las necesidades del cliente, flexibilizar la oferta y personalizar el producto. Con estas premisas, la oferta turística del golf en Menorca pretende captar más aficionados y fidelizar clientes. El objetivo es conseguir que la Isla sea considerada un destino de golf, que aún no lo es, tal como afirma la directora del único campo que existe en Menorca, Paola Ferroni. Y es que, el éxito y el futuro de este deporte está supeditado a la mejora de las conexiones aéreas. Ferroni explica que la Isla funciona a la inversa del resto de destinos donde se oferta el golf como producto diferenciado. El motivo, la falta de vuelos directos que permitan desplazar a aficionados y profesionales del deporte hasta la Isla. Es así como, si en Mallorca, los 23 campos de golf activos cuentan con una envidiable actividad durante la temporada de invierno, Menorca debe adaptar su oferta a los turistas que recalan a la Isla en verano. "En general, en lo que se refiere al turista, éste no viene a Menorca a jugar al golf sino que recala en la Isla de vacaciones y de paso, juega al golf", resalta. Considera que la mejora de las conexiones permitiría que el mercado se abriera acogiendo en la Isla mayor número de jugadores nórdicos, británicos y alemanes, entre otros. "El golf se vería reforzado", señala.

A pesar de ello, el golf de Son Parc ha buscado la fórmula para conseguir que el deporte deje de percibirse como un práctica elitista y solo apto para ricos y pasar a ser uno más. Este cambio de mensaje ha permitido que el golfista menorquín haya subido posiciones frente al turista, que ha decrecido. Por su parte, los abonados –procedentes de Inglaterra, Suiza, Francia, Italia y Alemania- y el de segunda residencia, se mantienen.

Con el objetivo de "adaptarse a las exigencias de los clientes", Ferroni señala que el campo menorquín ha decidido dividir el año en tres temporadas en vez de dos, como venía celebrándose hasta el momento. Esta introducción de la tercera temporada, con un mejor y más competitivo precio, permite animar la actividad durante los 365 días. Además Ferroni asegura que el futuro del golf está en los jóvenes. Es por ello que han optado por diferenciar precios según edad, "una opción que pocos campos ofertan". Este "incentivo" persigue que toda la familia pueda practicar golf a unos precios asequibles. Además, han puesto en marcha tarjetas de cliente, descuentos en "green free" y en material, promociones de última hora, tarifas especiales para principiantes o abonos, entre muchos otros, con este fin de reactivar el producto.

Asimismo asegura que la falta de conexiones aéreas ha abortado operaciones muy fructíferas e interesantes para la economía de la Isla. Explica que hace unos años un touroperador sueco apostó por Menorca como destino de golf al desplazar hasta la Isla importantes grupos de golfistas desde mitad de febrero a mitad de mayo. "El aficionado al golf es un turista que le gusta conocer el enclave, su gastronomía, sus bellezas, y por ello, la economía se reactiva, se mueve dinero", asevera Ferroni. Pero al modificarse las conexiones entre Madrid y Menorca con un cambio de compañía, la oferta de plazas fue menor y al touroperador ya no le interesó. Se han ido a Mallorca.

Reconoce además que la subida del IVA a finales del año pasado también supuso un varapalo para el sector, puesto que pasó del 8 al 21 por ciento. A ello, hay que añadir el alto coste de transportar los palos de golf en avión que pueden oscilar en torno a los 30 euros por trayecto. Esto añadido a los elevados precios de los billetes de avión han hecho retroceder a más de un turista que hubiera decidido pasar un fin de semana a la Isla.

Una iniciativa es la promoción en campos de golf aledaños a aeropuertos internacionales que conectan de forma directa con Menorca. Una apuesta atrevida y complicada pero que está dando sus frutos.